Dos mujeres, una misma pasión: Kama, Magda y sus rutas por Europa

Reportaje

Un dúo rumbo a España.

Las rutas de Magda y Kama en el tráfico de larga distancia europeo duran varias semanas. Juntas tanto tiempo en la cabina... ¿funciona?


Quieren arrancar muy pronto por la mañana. En un aparcamiento cerca de Ozorków, donde hay una sede de la empresa Kawczyński Logistics de Ślesin, ya está listo el Actros rojo con el que Kamila Lange y Magda Jurys van a volver a hacer una ruta de varias semanas. Las dos mujeres han llegado en un coche lleno hasta arriba. En efecto, la preparación para sus rutas no puede hacerse de cualquier manera. «Ya tengo en la cabeza una lista con las cosas que necesito, pero antes de empezar la ruta me cuesta dormirme porque siempre estoy preocupada por si lo habré metido todo», afirma Kamila. Para la joven, que responde al nombre de «Kama», conducir se ha convertido ya en una parte de su vida. Pero solo una parte. Es licenciada en gestión de recursos humanos, y estas semanas va a empezar un master en psicología clínica.



«Escribió su tesis en la cabina del camión. Cuando Kama se propone algo, lo consigue y además lo más rápido posible», comenta Magda con una sonrisa. Magda es diseñadora gráfica y vivió doce años en California.

Las dos se conocen desde hace mucho, ya antes de que Magda se fuera a EE. UU. y Kama pasara un tiempo en Inglaterra. Cuando regresaron a Polonia, a Kama se le metió en la cabeza sacarse el permiso de conducir camiones. Magda se sumó a la idea. «Mi tío tenía una agencia de transportes, así que le pregunté por todo y me informé a fondo del tema», explica Kama. «Quería afrontar un reto que me hiciera más fuerte, aumentara la confianza en mí misma y me satisficiera también desde el punto de vista financiero. Y todo eso lo encontré en este trabajo. Además, siempre me han llamado la atención los coches. Así pude combinar lo útil con lo agradable».


Magda Jurys (izquierda) y Kama Lange.


Las dos ya llevan año y medio conduciendo juntas. Antes de llegar a Kawczyński Logistics, trabajaron para empresas de transporte pequeñas. «Nos convenció el ambiente, el trato con los empleados y que es una empresa dirigida de una forma muy moderna, eso nos gustó», afirma Kama.



La ventaja de la MirrorCam.

Otra ventaja para las conductoras: «Aquí tenemos el Actros más moderno con MirrorCam, sin la que nuestro trabajo ya sería inimaginable».

«Al principio era un poco raro conducir sin retrovisores», relata Magda. «Sin embargo, en cuanto nos acostumbramos, nos pareció genial. Sobre todo por la noche en el aparcamiento, es una tranquilidad poder ver desde dentro todo lo que sucede alrededor del camión. Nos sentimos mucho más seguras».



Lucha contra el desorden.

Ambas dejan impecable la cabina. «Cada centímetro cuenta, aquí no hay tanto espacio como en casa. Hay que fijarse en todo: basta con una taza mal apoyada y ya hay desorden», afirma Magda mientras mete comida, agua y ropa en los compartimentos.

La mayoría de las veces, su ruta las lleva al sur de España, su destino favorito. «Además de paisajes maravillosos, allí hay menos tráfico», comenta Kama con entusiasmo. «Y los aparcamientos son del tamaño de un pequeño aeropuerto, siempre encuentras algún sitio».

Kama y Magda trabajan a dúo y su jornada dura 30 horas, de las que cada una se sienta al volante nueve horas en dos tramos de 4,5 horas, respectivamente. Por el camino hay tiempo para charlar, pero también para hacer otras cosas. «No aguantaríamos tantos días si no tuviéramos nuestras aficiones. Nos gusta conducir, pero eso no lo es todo en la vida», añade Magda. «A veces también nos tenemos que retirar un poco, y a mí me gusta dibujar porque me relaja».


Derecho al descanso.

«También por eso elegí esta profesión, porque me permite evolucionar mientras trabajo y aprender muchas cosas distintas», comenta Kama. «El cerebro humano me parece fascinante. Cuando estamos en ruta me gusta oír podcasts o audiolibros. Entonces, para no molestar a Magda, muchas veces me pongo los auriculares. Respetamos nuestro derecho a descansar. El descanso también es necesario, puesto que el estrés es enorme».

Sin embargo, también hay una desventaja en este trabajo: «Lo peor es que en el trabajo siempre tienes la tentación de picar entre horas. Ahora, nuestro nuevo reto consiste en movernos más», comenta Magda entre risas.

La cabeza tractora roja ya está casi lista para arrancar, todo está empaquetado. Falta colocar el remolque. Las jóvenes pasan la última noche antes de empezar la ruta en el aparcamiento de Ozorków. Hay que descansar bien antes de empezar la ruta hacia España.


Fotos: Krzysztof Skłodowski

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