Con el transportador frigorífico por la cuenca del Ruhr: Mirko Postmeier reparte menús en el Atego

Reportaje

El «soplo».

Mirko Postmeier empezó a trabajar en la empresa apetito AG hace unos diez años... y no se ha arrepentido un solo día.


Para Mirko Postmeier no es ningún problema levantarse temprano, nunca ha sido de dormir mucho. Esto también le ayuda a la hora de ponerse la ropa de trabajo en plena noche y arrancar con su camión frigorífico Atego.

Oriundo de Münsterland, reparte menús congelados para la empresa apetito AG. Entre los clientes de este conductor de 29 años se cuentan guarderías, colegios y residencias de mayores, pero también entidades oficiales, clínicas y empresas.

Todo empezó con el «soplo» de un amigo. Acababa de empezar una formación como conductor profesional de camiones en la empresa apetito AG. Los conductores son los primeros interlocutores que se encuentran los clientes. El trabajo también incluye reaccionar a los problemas, asesorarles y hacer de intermediarios. Muy interesante, en opinión de Mirko.


Hoy, su primer destino de la jornada está en Hagen. Antes de ponerse en marcha, revisa una última vez la documentación. Para la carga, de la que se encargan los colegas del centro logístico, Mirko se acerca con su Atego marcha atrás a los muelles. Los menús y los componentes congelados salen directamente de la cámara frigorífica, las cajas se confeccionan en solo unos minutos de forma individualizada para cada vehículo y a continuación se deslizan a las superficies de carga de los camiones. La elección es enorme: hay disponibles 1.650 menús y componentes, desde platos vegetarianos hasta comida dietética, pasando por nutritivos menús para personas mayores.

Siempre cerca del cliente.

«Como conductores, mantenemos un diálogo continuo con nuestros clientes», explica Mirko. «Eso también incluye interesarse de vez en cuando por si la comida no estaba especialmente buena y trasladar a la empresa tanto los elogios como las críticas». De media, los conductores recorren al día unos 220 kilómetros y llevan el suministro a unos 15 clientes. Especialmente en la cuenca del Ruhr, las cosas se ponen complicadas en carreteras sinuosas, a menudo estrechas y con poca visibilidad. Allí donde no alcanzan los navegadores no queda otra que confiar en la propia orientación. También hay que estar en buena forma, ya que muchas veces hay que echar mano de la carretilla eléctrica, porque los productos no solo se transportan hasta las instalaciones del cliente, sino directamente a las neveras y los arcones frigoríficos. «Eso puede resultar algo fatigoso de vez en cuando», comenta Mirko. «Las despensas y las cámaras frigoríficas están muchas veces en la última planta».



¿Dónde está la cantera de conductores?

Para apetito AG trabajan unos 140 conductores de camión, y en la sede de Rheine y en otras se imparte desde el año 2003 formación para jóvenes que quieren convertirse en conductores profesionales. A Mirko le resulta incomprensible que sea tan difícil encontrar jóvenes conductores cualificados hoy en día. Es corresponsable de la formación de los jóvenes camioneros, colabora en la instrucción y la enseñanza de los más noveles y también les ayuda a prepararse para los exámenes. Como antiguo aprendiz, sabe bien de lo que habla.

En cualquier caso, Mirko no se ha arrepentido ni un solo día de trabajar en la empresa. «Y estoy seguro de que seguirá siendo así los próximos años».


Fotos: Christian Schmid

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