Luisa Kettling y su Actros Edition 2

Reportaje

Como ir de esmoquin en una excavación.

Luisa Kettling conduce el Actros Edition 2: un vehículo tractor que llama la atención. Especialmente en su lugar de trabajo.

Luisa Kettling y Elmar List observan el próximo trayecto: primero a Siegen, luego de nuevo hacia Witten.
Luisa Kettling y Elmar List observan el próximo trayecto: primero a Siegen, luego de nuevo hacia Witten.

La escoria humea, huele a polvo y a acero. El vertedero de Haardter Berg, en Siegen, es un lugar inhóspito. Especialmente en esta mañana de jueves fría y húmeda. Luisa Kettling dirige su Actros Edition 2 por el accidentado terreno, abriéndose camino hasta el lugar de descarga. Una vez allí, coloca el volquete en posición de forma rutinaria. Entonces, 25 toneladas de escorias grises de alto horno salen deslizándose de la artesa. De forma controlada, Luisa deja que la presión de la carga haga avanzar lentamente el conjunto vehículo/remolque. Tras la parada, sale de la cabina y, con los zapatos de seguridad puestos, camina hasta la parte trasera a través del barro, que le llega hasta los tobillos: tras un fuerte martillazo, caen los últimos restos de escoria del volquete.


Pequeño pero matón.

Entre las gigantescas palas cargadoras y los volquetes de artesa, el Actros Edition 2 parece más bien pequeño. Y, con sus relucientes detalles en acero inoxidable reflectante, casi parece estar un poco fuera de lugar, como si llevara un esmoquin en medio de una excavación. Pero las apariencias engañan. Aquí, Luisa conoce cada bache y a cada trabajador. La mujer de 24 años suministra varias veces al día escorias y rocas de la plata de acero inoxidable de Witten o de los altos hornos de Duisburg. En el camino de vuelta, se lleva material procesado o roca. El vehículo nunca va vacío. «Duisburg, Siegen, Witten: ese es triángulo que recorro diariamente», dice Luisa. «Pero nunca me aburro».

Luisa lleva cinco años conduciendo camiones. El despertador suena a las 3:30 de la mañana como muy tarde. A partir de las cinco, ya está al volante de su camión. «Para cargar en Duisburg por la mañana, tenemos que salir antes de la hora punta», dice Luisa. A ella no le importa, sigue una tradición familiar: su abuelo ya conducía camiones, al igual que su padre, que todavía se pone al volante. Luisa conoce la profesión desde que tiene uso de razón, con su lado bueno y el menos bueno.


De nuevo en la A45, Luisa comienza a contarnos. «Mi padre trabajaba antes en el tráfico de largas distancias. Estaba muy unidad a él, y me costó asumir su ausencia. Pero los viajes a los que me dejó acompañarle son algunos de los recuerdos más bonitos que tengo», dice. No obstante, cuando todavía estaba en el colegio, hizo unas prácticas en una librería. «Es que me encanta leer». Sin embargo, optó por una profesión muy diferente: «En el camión, tienes más independencia. Por eso me formé para ser conductora». Después, se dedicó al tráfico de larga distancia durante cuatro años transportando acero y chatarra, pero también trabajó en el sector de los alimentos para un saldista.



En el momento preciso.

Hace un año, entró en contacto con Elmar List. El hombre de 61 años dirige una exitosa empresa de transporte para recicladoras del sector del acero en Drolshagen bei Olpe, con dos volquetes. Solo en Witten, recoge 100 toneladas de carga al día. La demanda es suficiente. «Los clientes me instan siempre a ampliar la plantilla y contratar más conductores», dice el empresario. Por motivos de salud, trabaja menos y solo se encarga de la conducción en casos excepcionales. «Luisa llegó en el momento preciso», dice. Se nota que la valora de verdad. El jefe aprecia mucho a sus dos jóvenes conductores, ambos menores de 30 años y con la mejor formación. «Puedo confiar en ellos», dice con énfasis. «Se manejan bien con los clientes y mantienen los vehículos en buen estado». El Actros se limpia a mano cada semana, de lo contrario, la escoria se adhiere.

No es casualidad que Luisa conduzca el Actros Edition 2. Su jefe es un fan de Mercedes en toda regla. El modelo especial limitado a 400 ejemplares está repleto de extras y amor por el detalle. «La verdad es que es un poco absurdo enviar un vehículo como este a trabajar al vertedero», dice Elmar List. Pero el equipamiento de calidad es su forma de mostrar su reconocimiento a sus empleados. Y lo consigue: «El Edition 2 es simplemente un puesto de trabajo excepcional», dice Luisa. Ella mismo tuvo la oportunidad de recoger el Actros en Wörth.



Convencida al instante.

El equipamiento que está bajo las nobles superficies hace el trabajo de Luisa aún más agradable. Gracias al Predictive Powertrain Control, afronta las pendientes ascendentes y descendentes con especial fluidez y ahorrando combustible. Una ventaja clara en el Sauerland. La MirrorCam es una novedad para ella. «Tengo que admitir que era algo escéptica. No quería renunciar a mis espejos», dice. Pero sus dudas se desvanecieron en menos de una semana. «Ahora veo más, especialmente cuando llueve como ahora». Algo muy habitual en el Sauerland. Al menos la escoria hoy quedará limpia.



Fotos y vídeo: Michael Neuhaus

29 comentarios