4-Xtremes – Parte 52: De aquí para allá: rumbo a un nuevo «Xtreme»

Serie: 4-Xtremes – The World Tour

¡A por el cabo!

Historias de templarios y molinos de viento, tranvías amarillos, dulces pasteles... y otro lugar «Xtreme». Los Kammermann arrancan el Axor para un largo viaje por Portugal.

Pausa en el Atlántico. Portugal tiene grandes zonas poco turísticas, pero, aún así, tiene mucho que ofrecer, como trayectos fantásticos.


A veces se nos olvida a nosotros mismos que, en realidad, estamos haciendo un «World Tour». Sin embargo, debido a las restricciones que nos encontramos una y otra vez, llevamos ya dos años sin poder salir de Europa, más allá de una excursión a Túnez. En el continente ya habíamos alcanzado los «Xtremes» que dieron nombre a nuestro tour: desde el extremo norte de Noruega hasta el sur de las Islas Canarias. Ahora, en Portugal, hemos añadido un nuevo hito: el Cabo da Roca, considerado el punto más occidental del continente europeo.

¿Que cómo se llega a este cabo? Desde la ciudad de Évora, desde la que dimos señales de vida por última vez, hay que ir más o menos en línea recta hacia el oeste. Desde allí se llega hasta un auténtico monumento: el puente Vasco da Gama sobre el río Tajo, que casi parece el mar. Con unos 17 kilómetros de longitud, es uno de los puentes más largos de Europa, y termina en Lisboa. Por supuesto, no desperdiciamos la oportunidad de realizar una visita turística a la capital de Portugal. Visitamos lugares históricos, esperamos en las callejuelas hasta que un tranvía amarillo asoma por la esquina y saboreamos un dulce Pastel de Nata recién salido del horno.


Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.
Impresiones de Lisboa, un lugar que merece la pena visitar. También para los extranjeros.

Carreteras estrechas y con muchas curvas.

Tras la visita, volvemos al Axor y continuamos rumbo al oeste. Hasta el Cabo da Roca hay unos 40 kilómetros. Los últimos, por carreteras estrechas y llenas de curvas. No solo nosotros estamos encantados con este trayecto: también lo están muchos motoristas. Así pues, Mike tiene que conducir con mucho cuidado y tener el pie preparado sobre el freno en cada curva, por si nos aparece alguien de frente.

El cabo, como ocurre con muchos de estos lugares, tampoco es tan espectacular. Está identificado con un sencillo monumento y, al lado, como era de esperar, se encuentra el faro más occidental del continente europeo. Sin embargo, la sensación de haber alcanzado este «Xtreme» con nuestro indestructible vehículo de expedición es fantástica. ¿Veremos también el punto más oriental de Europa? Dada la situación actual, parece que habrá que descartarlo. Muy triste.


La piel de gallina: en las profundidades del pozo de la iniciación, los templarios celebraban sus ritos de admisión.
La piel de gallina: en las profundidades del pozo de la iniciación, los templarios celebraban sus ritos de admisión.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.
Muros encantados: el palacio Quinta da Regaleira, en Sintra, seduce con todo tipo de misterios.

Grutas, lagos, sistemas de túneles.

Un lugar realmente a destacar es Sintra, a menos de 20 kilómetros al nordeste del Cabo da Roca. Esta pequeña ciudad es famosa por sus palacios de siglos de antigüedad. Nos gusta especialmente la Quinta da Regaleira, una propiedad que, además de contener un palacio y una capilla, cuenta con un parque de cuatro hectáreas. Allí hay grutas, lagos, manantiales y sistemas de túneles.

El simbolismo de las construcciones, como hemos descubierto, está influido por la mística de los masones. Es especialmente impresionante el llamado manantial de la iniciación, con escaleras de caracol y torres prácticamente invertidas que conducen a un manantial cuyo suelo está decorado con una cruz templaria. Todo muy misterioso: no nos hubiera sorprendido lo más mínimo habernos encontrado de repente en mitad de una ceremonia.


Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.
Las pistas de arena atraviesan los pinares hasta la playa.

Por pistas de arena a través de pinares.

Después de esto, es hora de volver a la naturaleza, las carreteras libres... y el mar. Un poco al norte de la ciudad de Nazaré, atravesamos pinares sobre pistas de arena hasta llegar a la agreste costa atlántica. Tras un fuerte chaparrón, paseamos por la playa vacía de gente.

Después de los sistemas de túneles de Sintra, unos días más tarde volvemos a encontrarnos bajo tierra: esta vez, más en el interior del país. Las Grutas de Mira de Aire están consideradas como la mayor cueva de estalactitas conocida de Portugal. Bajando 683 escalones se llega a 110 metros de profundidad bajo tierra. La cueva surgió hace más de 150 millones de años, cuando aquí aún vivían dinosaurios.


Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.
Desde maravillas creadas por la naturaleza en una cueva llena de estalactitas, hasta otras hechas por el ser humano en la ciudad de Tomar, Portugal tiene realmente mucho que ofrecer.

Elegantes restaurantes medievales.

Portugal es un país marcado por la historia de los templarios, cuyo mayor vestigio es la ciudad de Tomar, a unos 50 kilómetros de la cueva, siguiendo hacia el interior del país. Aparcamos en un camping situado a tiro de piedra del centro de la ciudad y visitamos el castillo de los templarios. El castillo sobresale por encima de la ciudad y alberga dentro de sus muros una iglesia circular realmente única. En el casco antiguo hay incluso elegantes restaurantes medievales, con mesas y bancos rústicos. La comida y la bebida se sirven en grandes vasos y platos de arcilla.

Ahora, a principios de verano, los días en la llanura son muy calurosos. No es raro que las temperaturas superen los 30 grados. Por ello, decidimos subir a las alturas. ¡Allí donde están los molinos de viento seguro que el aire es más fresco! Conducimos por las carreteras de servicio de un parque eólico, atravesamos la cima de una montaña y encontramos un pequeño lugar para acampar.


Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
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Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.
Túnicas negras en la Universidad de Coimbra y molinos de viento en el interior montañoso.

Túnicas negras en la antigua capital.

Más al norte, llegamos a Coimbra. La antigua capital lusa es conocida principalmente por su universidad. Fundada en 1290, es una de las universidades más antiguas del mundo. Los uniformes tradicionales que llevan tanto los profesores como los estudiantes son realmente únicos: una larga túnica negra. Visitamos la ciudad al final del semestre, así que todo el mundo lo celebra a lo grande por las estrechas callejuelas.

Desde Coimbra, seguimos una carretera secundaria que transcurre junto a un río. Atravesamos pequeños pueblos llenos de curvas angostas hasta llegar a una colina con molinos de viento antiguos. Algunos de ellos incluso aún se utilizan para moler el grano, aunque más bien para uso privado. Las vistas sobre el valle del río, las suaves colinas y los pueblos son maravillosas. A lo lejos se ve el mar y, al otro lado, las altas montañas. Ambos están en nuestra próxima ruta.


4-Xtremes – The World Tour.

Un viaje sin igual.

Andrea y Mike Kammermann llevan tres años viajando con su Axor. «4-Xtremes: The World Tour» es el lema del viaje que los dos suizos emprendieron a mediados de 2020 - ¡y que compartirán con la comunidad de RoadStars! Manteneos al día y no os perdáis ninguno de los impresionantes destinos a los que se dirige la pareja de aventureros.

Podéis encontrar las etapas actuales de la serie «4-Xtremes – The World Tour» aquí.

Podéis encontrar el curso del viaje antes de emprender la travesía hacia Sudamérica aquí.


Fotos: 4-Xtremes

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