«Le habría tomado por loco» – Vincent De Bie se dedica al tráfico de largas distancias desde hace décadas

Vincent De Bie se baja ágilmente de la cabina de su Actros 1942, que acaba de maniobrar frente a la rampa de carga del almacén de cross docking. En cuanto su camión está plenamente cargado, pondrá rumbo a Italia. Vincent De Bie lleva ya mucho tiempo dedicándose al tráfico de largas distancias internacional. Para él, dos trayectos a la semana hacia Milán son la norma más que la excepción. «Empecé en el tráfico internacional cuando era joven, principalmente, porque el sueldo era bueno. Si te digo la verdad, desde que me dedico a esto, me hace feliz acabar la semana con dos trayectos largos como estos a mis espaldas», dice Vincent De Bie. En sus 35 años de carrera, ha experimentado los cambios tanto en el sector del transporte como en los camiones. «Te das cuenta, sobre todo, cuando ves la cantidad de nuevas tecnologías que esconde el Actros».

Vincent ya se ha acostumbrado a la MirrorCam. Pero también se maneja bien con otros sistemas. «El nuevo Predictive Powertrain Control es simplemente impresionante. Si en 1985 me hubiera dicho que un día conduciría un camión que te indica la mejor velocidad para la siguiente rotonda y frena automáticamente cuando me acerco a una zona urbanizada o con limitación a 30 km/h, le habría tomado por loco».

En los últimos, la empresa, activa a nivel nacional e internacional, no solo ha invertido en el futuro mediante la adquisición de 15 nuevos Actros, sino que además ha reformado el almacén de cross docking en dos fases. «En primer lugar, construimos un nuevo almacén con 32 rampas de carga, después demolimos el almacén existente para instalar allí una ampliación y poder contar con un total de 45 rampas de carga. Ahora que el edificio está terminado, se va a instalar también la cinta transportadora, que en el futuro nos permitirá mover los palés por el almacén de forma totalmente autónoma. Al mismo tiempo, comenzaremos la renovación y la ampliación de nuestro edificio de oficinas, que está al otro lado de la calle», explica Laurent Van Mieghem.

Añade que la empresa está construyendo un almacén adicional en el área industrial de Tubeke, a unos cinco kilómetros de distancia. Las mercancías se almacenan durante un máximo de 48 horas en el nuevo almacén de cross docking, que es una de las tres plataformas de en Bélgica. «Además del almacén de Saintes, tenemos una plataforma totalmente nueva en Machelen desde la que damos servicio al norte del país, y otra en Fleurus para el suroeste de Bélgica. El flujo de mercancías entre las tres plataformas se realiza con vehículos lanzadera nocturnos, para evitar los problemas del tráfico en la medida de lo posible».

Intentos con camiones largos.

Van Mieghem Logistics también pone de su parte para reducir la congestión del tráfico. La empresa utiliza ya dos camiones largos entre Países Bajos y Bélgica. Hacen un buen trabajo y se han integrado sin problemas en la organización. «Para utilizar un camión largo en un trayecto, hay que solicitar un permiso especial. Es parecido a lo que los especialistas tienen que hacer con el transporte especial. El único problema es que, en Flandes, las regulaciones son más complejas que en los Países Bajos y Valonia, que administrativamente son más similares», dice Laurent Van Mieghem. En Flandes, existe un sistema de puntos por el que pueden sancionarte en cada rotonda. «Puede ocurrir que un transporte de Roeselare a Halle esté permitido, pero que no se pueda llegar hasta Saintes porque pasarías por una rotonda de más. Es evidente que esto no es productivo», dice Laurent Van Mieghem.

– Laurent Van Mieghem

A nivel internacional, los países vecinos siguen siendo la principal área de actividad de Van Mieghem, aunque también hay rutas habituales a Gran Bretaña, Italia, Suiza e incluso Hungría. Laurent Van Mieghem no le tiene miedo al Brexit, que no afectará al tráfico hasta finales de año. «Estamos acreditados como agencia aduanera y podemos gestionar todas las formalidades en nuestro propio centro. De este modo, somos menos vulnerables que si solo fuéramos transportistas y tuviéramos que realizar todos los trámites aduaneros en la frontera», dice Laurent Van Mieghem con fe en el futuro.

Fotografías: Dirk Willemen