De 1900 a la era digital

El 20 de septiembre de 1900 se publicaba en la Gaceta de Madrid (el antecedente del actual BOE) el Reglamento para el Servicio de Coches Automóviles por las Carreteras del Estado, una normativa que fue rubricada por la reina regente María Cristina. Un mes después -31 de octubre- el primer coche matriculado en España llevaba placa de Palma de Mallorca.

En su artículo 5 el citado Reglamento exigía que los automóviles estuvieran matriculados y que los conductores estuvieran en posesión del correspondiente permiso de conducir. «Nadie podrá conducir un auto si no posee un permiso expedido por el gobernador provincial. Dicha autoridad comisionará a la persona o personas que estime oportunas a fin de que examinen los documentos, antecedentes y aptitudes del interesado, haciéndole las preguntas que se consideren oportunas». Aquellos primeros permisos de conducir costaban 15 pesetas y se extendían en papel sellado de dos pesetas. 

Como curiosidad apuntar, que a nivel mundial el primer permiso de conducir fue entregado en 1887 por el emperador prusiano Federico I. El titular de ese permiso fue Karl Benz.

Por otro lado, aseguran las crónicas que el primer examen de conducir se realizó en París en 1893 y que el primer seguro para vehículos fue contratado en Estados Unidos en febrero de 1898 por la compañía aseguradora Travellers Insurance. Pero sigamos con la historia de nuestro país.

Los primeros permisos de conducir.

Dieciocho años después el primer Reglamento publicado en 1900 fue actualizado por un Real Decreto fechado el 23 de julio de 1918, en el que se establecía oficialmente que los permisos de conducir debían solicitarse a los gobernadores civiles de cada provincia.

En aquel momento los requisitos a presentar por los conductores eran dos fotos, certificado de buena conducta, certificado médico con especial mención a los trastornos de mala visión o a la existencia de enfermedades o minusvalías incapacitantes para conducir y acreditar el «conocimiento de las leyes sobre conducción».

Esta normativa establecía entre los 18 y los 77 años la edad para ser titular de un carné de conducir. No hay que olvidar que en esta época los menores de edad y las mujeres necesitaban la autorización paterna o de sus maridos para poder conducir automóviles.

A pesar de estas «limitaciones» sabemos qué la escritora Emilia Pardo Bazán ya condujo su propio vehículo en 1904, aunque la primera mujer española titular de un permiso de conducir fue Catalina García en 1925.

Para aquellos primeros conductores los requisitos especiales eran «saber conducir» y «saber leer y escribir». Teniendo en cuenta que el nivel de alfabetización en España era muy bajo y que los automóviles estaban al alcance de muy pocos, es fácil deducir que esas personas que se ponían al volante de sus automóviles pertenecían a las clases sociales con mayores recursos económicos.

Finalmente, anotar que según la categoría el precio de un permiso de conducir oscilaba entre 10 y 17 pesetas.

Las multas no son cosa de hoy.

Fue en 1901 cuando el control del tráfico en España se encomendó oficialmente a la Guardia Civil, una responsabilidad orgánica que ha llegado hasta nuestros días tras la creación en 1959 de la Dirección General de Tráfico (DGT), dependiente del Ministerio del Interior. 

En aquel momento los límites de velocidad para automóviles estaban fijados en 12 km/h en travesía y en 28 km/h en carretera. Teniendo en cuenta las malas carreteras y las limitadas prestaciones de los componentes técnicos de los vehículos, las salidas de la calzada eran demasiado frecuentes.

Para remediar los problemas derivados de las «altas velocidades» las autoridades establecieron multas de 5 pesetas para los infractores y la obligatoriedad de reparar los daños causados en los incidentes.

Además, se establecía la pérdida del carné de conducir en caso de atropello, por la denegación probada de auxilio o por cometer dos faltas contra el Reglamento de Conductores.

El carné por puntos.

En España el permiso de conducir por puntos entró en vigor el 1 de julio de 2006 durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El objetivo de esta medida era y continúa siendo el contribuir a la reducción de los accidentes de tráfico.

Aquella normativa aún vigente a día de hoy estableció que todos los conductores españoles disponen de 12 puntos (8 puntos en el caso de los conductores noveles), que pueden incrementarse a un máximo de 15 puntos después de un periodo de seis años sin cometer infracciones.

Los conductores noveles alcanzan los 12 puntos transcurridos los dos primeros años como titulares de su carné de conducir. El resto de conductores puede sumar dos puntos después de tres años sin infracciones y un punto más transcurridos otros tres años, hasta sumar un máximo de 15 puntos.

Los carnés de camión en España.

Actualmente, en España existen en vigor dieciséis tipos de licencias y permisos para conducir ciclomotores motos, turismos, vehículos comerciales, camiones y autobuses y autocares. En el caso de los camiones los permisos habilitantes son los de las categorías C1, C1+E, C y C+E.

• Permiso C1: Permite conducir vehículos industriales rígidos de 3,5 a 7,5 toneladas de MMA, con remolques de hasta 750 kg. La edad mínima para obtener este carné son los 18 años.
• Permiso C1+E: Permite arrastrar remolques con MMA superior a 750 kg, siempre que el conjunto articulado no supere los 12.000 kg. La edad de obtención son los 18 años.
• Permiso C: Permite conducir todo tipo de vehículos industriales y camiones rígidos a partir de 3.500 kg. La edad mínima para obtener este carné son los 21 años, aunque se permite una reducción a 18 años si el titular del carné C está en posesión del CAP (Certificado de Aptitud Profesional) correspondiente.
• Permiso C+E: Autoriza a conducir conjuntos articulados sin limitación de tonelaje. El requisito de edad mínima -21 ó 18 años- es similar al del permiso C.

Permisos de conducir digitales.

En 1965 entraron en vigor los conocidos permisos de conducir de «color rosa», una sábana desplegable de papel que en caso de extravío por el momento continúa en vigor a la hora de expedir carnés de conducir provisionales.

Los permisos en forma de tarjeta de crédito comenzaron a funcionar en 2003, siguiendo la estela de otros países europeos, pero hay que tener en cuenta que la Fábrica de Moneda y Timbre necesita ocho días para su expedición, de ahí que los permisos «color rosa» se mantengan en activo.

Más recientemente la DGT ha lanzado la aplicación miDGT para dispositivos móviles, que permite que los conductores puedan acceder de forma rápida a toda la información y gestiones de sus permisos de conducir y de sus vehículos a través de sus teléfonos.