Dennis Depau y su excavadora aspiradora Rivard en el Arocs 3251

Reportaje

El monstruo delicado.

Con la carrocería de aspiradora de Rivard sobre la base del Arocs 3251, Dennis Depau solo hace hoyos limpios. Y lo hace en tiempo récord.


Cuando llega a la obra Dennis Depau, es el momento de la pausa para los demás. Oriundo de cerca de Darmstadt, atrae las miradas ya desde lejos. «Muchos se quedan parados mirando», afirma. Pero no es él quien llama la atención, ni siquiera sus tatuajes que le cubren desde los dedos hasta la cabeza rapada casi al cero. Si los transeúntes y los trabajadores de las obras giran la cabeza, es por la máquina que conduce Dennis: la Rivard EXVAC SE.10, un auténtico monstruo de excavadora aspiradora instalada en el Arocs 3251 8×4/4 NLA de cuatro ejes.



Limpio como una patena, el vehículo de color antracita con brazo aspirador verde se acerca rodando en esta mañana de lunes con llovizna hasta una zona residencial cerca de la localidad alemana de Dieburg, en la región de Hesse. Para una obra gruesa, hay que excavar las líneas de electricidad, agua, gas e Internet. No es más que un breve partido fuera de casa para Dennis y la EXVAC. Con el control remoto, Dennis maniobra el Arocs marcha atrás acercándolo a la obra. El cuarto eje acompaña a la dirección. Así es más fácil maniobrar incluso en obras con poco espacio. Las cámaras, los sensores y numerosos botones de parada de emergencia se encargan de la seguridad.



Precisión de centímetros.

Los colegas, todos ellos de la empresa Heinrich Kern Straßen- und Tiefbau GmbH, han realizado el trabajo previo. El brazo aspirador de siete metros de longitud gira hacia afuera en la parte trasera. Dennis lo controla con precisión de centímetros mediante el control remoto portátil que lleva colgado. «Es casi como si fuera una nueva parte de ti», comenta con una sonrisa. Mecánico de camiones de profesión, cuando era niño ya manejaba la miniexcavadora de su padre. Hace cuatro años, aprendió a hacerlo en la excavadora aspiradora de otra empresa. Ahora, en Kern no se dedica a otra cosa.

El asistente y compañero de Dennis, Patrick Gröper, fija con rápidas maniobras el brazo aspirador rígido en la EXVAC. La corona dentada es capaz de girar mientras aspira y esponjar así la tierra. Entonces, pulsando un botón, cobra vida en el interior de la máquina la potente turbina industrial fundida. La bestia es capaz de mover bastante más de 30.000 metros cúbicos de aire a la hora. Eso equivale a la capacidad de diez piscinas olímpicas. La fuerza necesaria para ello proviene de la toma de fuerza del motor OM 471 del Arocs, con 375 kW de potencia. El remolino que se genera aspira el lodo, la arena, la tierra e incluso piedras de gran tamaño. «Con ella se puede levantar tranquilamente un bordillo», afirma Dennis. Y, si hace falta, incluso en un tramo de 100 metros.


Dennis Depau (izquierda) y Patrick Gröper.


Rápido y seguro.

A pesar de su enorme fuerza, la excavadora aspiradora destaca por su suavidad en el trabajo cotidiano en la obra. También hoy. Con extrema precisión, Dennis excava en vertical hacia el fondo. Uno a uno, va despejando los tubos y las líneas sin tocarlos. Su colega Patrick le ayuda retocando con la lanza neumática entre las propias líneas y en las zonas donde el material del suelo está firme. El aire comprimido sin aceite proviene del compresor que lleva la EXVAC. Media hora después, la excavadora aspiradora ha despejado un conducto limpio. Todos los tubos y líneas están accesibles.


«Trabajando a pico y pala habríamos necesitado más de un día», comenta Heiner Kern, el jefe Dennis, que hoy también está presente en la obra. Dirige la empresa familiar Kern en cuarta generación. Para el empresario, la excavadora aspiradora merece mucho la pena. Kern calcula que la máquina le permite ahorrar fácilmente día y medio de trabajo a la semana. Por no hablar de la descarga de trabajo que supone y el incremento de la seguridad para su gente. El propio Kern estuvo muchas veces al pie del cañón con la pala en el hoyo, conoce la dureza del trabajo y sabe bien lo que es tener que salir pitando de la zanja cuando la pala de una excavadora se topa con una línea eléctrica o de gas.



Prueba superada.

La empresa Kern no adquirió su primera aspiradora excavadora hasta diciembre de 2021. El jefe se lo pensó mucho tiempo. Demasiado, opina ahora echando la vista atrás. Pero unos costes de inversión de medio millón de euros por vehículo deben estar bien meditados. Encontró lo que buscaba en CyclonTec GmbH en Rheinberg. La empresa no solo es distribuidora del fabricante de aspiradoras excavadoras Rivard en Alemania, Austria y Suiza. CyclonTec también alquila los aparatos nuevos sin operador. «Era lo ideal para mi caso», afirma Kern. «Así pudimos probar la excavadora aspiradora en el trabajo diario». La prueba resultó convincente y el equipo de alquiler se adquirió en propiedad.

En este momento, Dennis y Patrick hacen una pausa en la obra. La amplia cabina BigSpace del Arocs les ofrece un confort que pocas veces se ve en el mundo de la ingeniería civil: climatización, nevera, asientos de confort y sistema de sonido. «Es imposible mejorarlo», sentencia Dennis mientras recorre la cabina con la mirada. Lo único que no suelen usar es la cama de confort con colchón prémium. «Es raro que estemos más de media hora fuera de casa», explica Patrick.


Trabajo limpio.

Antes de dirigirse al siguiente lugar de trabajo, Dennis gira el brazo aspirador de la EXVAC una vez más hasta la acera de enfrente. Gracias al radio de acción de 180 grados, no hace falta maniobrar el Arocs ni una sola vez. Puesto que todo ha ido tan rápido, los colegas han retirado rápidamente un último trozo de pavimento, apenas mayor que una toalla de baño. Dennis y la EXVAC SE.10 se ponen a buscar de inmediato la siguiente línea de gas.

La arena, la grava y las grandes piedras desaparecen dentro del tubo. La caja, que va completamente oculta en el interior de la máquina, tiene una capacidad total de 10,5 metros cúbicos. Al acabar la jornada, Dennis la vaciará en el recinto de la empresa volcando el contenido en sentido lateral de nuevo con el control remoto. Hasta entonces, seis filtros de alto rendimiento se encargan de que hasta el más mínimo grano de polvo permanezca dentro del aparato. Por arriba solo se sopla aire limpio desde la máquina. Así, la empresa Kern y la RIVARD EXVAC dejan hoy en la obra solo hoyos limpios y una magnífica impresión entre el público.



Fotos y vídeo: Michael Neuhaus

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