Consejos para conducir en invierno

Repotaje

Que el frío no nos deje helados.

Los camiones no se detienen cuando la climatología se vuelve adversa. En invierno empresas y ciudadanos continúan teniendo necesidades de suministros y el transporte de mercancías es el responsable de cubrir esas necesidades y de que exportaciones e importaciones mantengan su correcto dinamismo. Durante el invierno en muchas ocasiones los conductores tienen que realizar su trabajo en condiciones de lluvia, niebla, nieve o frío intenso, unas circunstancias climatológicas que les exigen profesionalidad, experiencia y la adecuada formación para poder circular con seguridad y eficiencia.


Por su carácter estratégico el transporte de mercancías por carretera nunca descansa y un buen conductor debe estar preparado para realizar su trabajo de forma eficiente y segura en cualquier época del año, muy especialmente cuando se ve obligado a conducir con lluvia, barro, niebla, nieve o hielo. 

Es durante el invierno cuando la estacional climatología adversa impone una conducción preventiva, el cumplimiento de todos los protocolos y pautas de mantenimiento de los vehículos y una concienzuda revisión de todos y cada uno de los detalles antes de ponernos en carretera.

Cuando llega el invierno un buen conductor se anticipa a los problemas para reducir riesgos innecesarios, de ahí que haya que respetar más que nunca la distancia de seguridad, asegurar una buena visibilidad y circular a una velocidad adecuada al estado de la carretera y del tráfico.



Anticipar y prevenir.

Cuando las condiciones climatológicas son malas se incrementan las posibilidades de que puedan producirse imprevistos, de ahí que la anticipación sea la mejor forma de prevenir posibles incidentes.

Para movernos seguros en invierno más que nunca es fundamental que desde el puesto de conducción tengamos un total control del entorno del vehículo, para lo cual debemos disponer de una buena visibilidad. Esto nos lleva a que escobillas y líquidos limpiaparabrisas deben encontrarse en perfecto estado y nivel.

Cuando conducimos, y con el fin de disponer de un campo visual más amplio, los expertos aconsejan fijar la vista lo más lejos posible del vehículo. Esta visión periférica nos será muy útil a la hora de advertir cualquier problema y de disponer de mayor tiempo de reacción.

Por otro lado, con clima adverso es muy importante que realicemos las maniobras sin indecisiones ni brusquedades y pensando siempre en el resto de usuarios de la carretera, por lo cual deberemos advertir estas maniobras con suficiente antelación.

Mi cabina es mi casa.

Cuando llegan los meses fríos es imprescindible adecuar la cabina de nuestro camión a las nuevas circunstancias climáticas, porque un mayor confort en el lugar de trabajo es el mejor antídoto contra la fatiga y el estrés.

La temperatura interior debe oscilar entre 20 y 22ºC en cualquier época del año, también en invierno, así que antes de iniciar ruta es importante comprobar que los sistemas de climatización, calefacción, desempañado, etc, funcionan correctamente.

El equipaje de mano debe incluir ropa de abrigo, calzado adecuado, guantes, gorro, etc, por si tuviéramos que salir al exterior a solucionar cualquier incidencia con bajas temperaturas. También nos equiparemos razonablemente de agua, zumos y vituallas fáciles de conservar, por si sufrimos alguna paralización motivada por la presencia de nieve en la carretera.

La batería del móvil siempre por encima del 50%, el cargador de nuestros dispositivos móviles a mano por si fuera necesario y el depósito de nuestro camión con un buen nivel de combustible para evitarnos sustos o posibles congelaciones.



Cuidado con el viento y la lluvia.

Circular con fuerte viento lateral no es un fenómeno exclusivamente invernal, sucede con frecuencia en zonas costeras, pero cuando se produce debemos prestar mucha atención al riesgo de vuelco. 

Lo aconsejable en estos casos es circular en marchas cortas y sujetar el volante con firmeza para evitar que el vehículo pueda perder su carril por la acción de un inesperado golpe de viento.

Es necesario estar muy atentos a las entradas y salidas de túneles, al paso por zonas protegidas por taludes, edificios, etc, porque el viento o el cese repentino del mismo puede provocar movimientos bruscos de la dirección.

Por su parte la lluvia es un problema antes y después de producirse. Una lluvia intensa disminuye nuestra capacidad de visión y reduce la adherencia de los neumáticos de camión y remolque, mientras que un asfalto mojado tras un periodo de lluvia también puede encerrar problemas a la hora de frenar o de realizar determinadas maniobras.

En estos casos hay que incrementar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender las luces, incluso las ópticas antiniebla si la visibilidad se ve comprometida, y si tenemos que frenar lo haremos sin brusquedades y con toques suaves con el fin de que el agua abandone la banda de rodadura y se produzca un mejor agarre.

Cuando nos encontramos con firmes deslizantes conviene desactivar los automatismos del sistema de frenado, con el fin de evitar que el retarder pueda actuar de forma automática en los descensos. Este sistema interviene sobre el eje de tracción y en estos casos es siempre mejor recurrir a los frenos de servicio que trabajan sobre todas las ruedas.

Hielo y nieve.

El primer problema de la nieve es la pérdida de adherencia de los neumáticos. Esta circunstancia es la razón que explica que en determinados países, como es el caso de Alemania, sean obligatorios durante la estación invernal los neumáticos 3PMSF (Peak Mountain Snow Flake).

Esta obligatoriedad es para todos los camiones por encima de 3.500 kg, aunque hasta finales de septiembre de 2024 se seguirán aceptando los neumáticos con calificación M+S.

Desde noviembre de 2012 en Europa los llamados “neumáticos de invierno” deben alcanzar un nivel mínimo de condiciones de frenado y de prestaciones en tracción para poder lucir la enseña 3PMSF. Estos neumáticos pueden montarse en los ejes de tracción y de dirección y también en los semirremolques y remolques.

De cualquier forma al circular sobre nieve lo aconsejable es llevar el motor poco revolucionado y en los descensos engranar marchas cortas para evitar tocar el freno. Al estacionar es importante no activar el freno de mano para evitar que las pastillas se congelen sobre los discos.

Al arrancar con nieve hay que colocar las ruedas rectas y en vehículos de cambio manual salir con una velocidad lo más larga posible, soltando el embrague lentamente. 

En ningún caso debemos adelantar a otros vehículos cuando circulamos sobre nieve y no debemos olvidarnos de las cadenas en casa. Aunque no lo creamos en algunos países europeos se trata de un equipo obligatorio en invierno.

Uno de los mayores riesgos del invierno son las placas de hielo. Cuando la temperatura desciende por debajo de 0ºC debemos circular con mucha precaución en zonas de umbría, sobre todo a primeras horas del día y una vez entrada la noche. 

En estas circunstancias debemos circular a baja velocidad para evitar tocar el pedal del freno y en caso necesario actuar principalmente sobre el freno motor. Ni qué decir tiene que realizaremos todas las maniobras de forma muy suave.



La importancia de un buen mantenimiento.

Con la llegada del invierno lo aconsejable es cumplir previamente con todas las pautas de mantenimiento, con atención especial a neumáticos (revisar profundidad de dibujo, presiones, etc), al lubricante (deberá ser el adecuado a las temperaturas en las que nos moveremos) y al resto de fluidos (importante que tengan buena resistencia a la congelación).

Por otro lado, tenemos que asegurarnos de que dispondremos de suficiente energía en las baterías (no debemos correr riesgos con este componente) y comprobaremos el circuito de refrigeración (revisar manguitos, reponer líquidos y revisar niveles) y los limpiaparabrisas (estado de escobillas y niveles de líquido).

En invierno las horas de luz se reducen y además tenemos que contar con días nublados, de forma que las luces de nuestro camión deben funcionar correctamente si queremos ver y ser vistos. 

Por esta razón con la llegada del frío cambiaremos aquellas luces de las que podamos desconfiar y antes de ponernos en marcha siempre nos aseguraremos de su correcto funcionamiento y de que las ópticas no se encuentran sucias.

Finalmente, el ministerio de Fomento ya tiene en marcha desde primeros de noviembre el Plan de Viabilidad Invernal 2021-2022, que este año contará con 1.445 máquinas quitanieves, 33 parking de emergencia, 247.000 toneladas de materiales fundentes y un presupuesto de 67 millones de euros.

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