Diez consejos para conducir con seguridad tu camión en invierno

Reportaje

Que el invierno no te juegue una mala pasada.

Con la llegada del mal tiempo, la carretera se vuelve más crítica. Aquí tienes diez consejos para conducir tu camión Mercedes-Benz en invierno con seguridad.


El invierno trae consigo paisajes propios de postales navideñas, pero también unas condiciones mucho más complicadas para la conducción que obligan a extremar las precauciones y a adoptar unas medidas especiales. Más si lo que tienes entre manos es un vehículo de las dimensiones y peso de un camión.

Aunque el sentido común es sin duda alguna la mejor herramienta para cuando te encuentras al volante de tu camión, estos diez consejos te ayudarán a realizar tus próximos desplazamientos con un plus de seguridad en esta estación del año.

1. Camión en perfecto estado.

Siempre debe estar en perfecto estado de revista, pero esta premisa es especialmente importante en invierno debido a las duras condiciones a las que se enfrenta tu camión. Comprueba que estás al día de las revisiones y que el nivel de los diferentes líquidos (aceite, anticongelante, frenos, lavaparabrisas, etc.) es el apropiado.

Verifica, asimismo, el perfecto estado de los neumáticos (en el caso de que transites mucho por zonas frías o nevadas es posible que te interese utilizar neumáticos de invierno) y su presión de inflado, las escobillas del limpiaparabrisas, las luces, las pastillas y discos de freno, la calefacción, el sistema de comunicación (radio, etc.), la batería y la distribución uniforme del peso de la carga.

Una cosa más: como mínimo lleva siempre el depósito de combustible medio lleno (puede resultarte crucial en caso de quedarte tirado).

2. Elementos ‘salvadores’ a bordo.

Es importante que lleves contigo algunos útiles que pueden sacarte de más de un apuro: cadenas para nieve, raspador y líquido lavaparabrisas, linterna, cables para la batería, teléfono móvil y cargador, agua, comida, botiquín, mantas, guantes, ropa de abrigo e impermeable, botas, una bolsa de arena o sal… Tenerlos o no puede ser la diferencia entre tener una situación controlada o pasar un mal momento.



3. Estado de las carreteras.

Antes de iniciar tu viaje consulta el estado de las carreteras y la predicción meteorológica. Estudia la mejor ruta para llegar a tu destino y una vez en marcha escucha regularmente los pronósticos del tiempo por si se producen cambios de última hora (también es importante que estés pendiente de las indicaciones que puedan darte otros conductores por radio).

4. Adecúa tu conducción.

La conducción en invierno debe adecuarse a las condiciones cambiantes de la vía y la meteorología: extrema la precaución y presta especial interés a los movimientos de otros conductores, reduce la velocidad, aumenta la distancia de seguridad, señaliza las maniobras con mayor antelación y realiza todas las maniobras con la mayor suavidad posible (cambios de dirección, adelantamientos, frenadas…).

Tras una parada prolongada deja el motor al ralentí unos minutos para que alcance la temperatura de servicio. Inicia la marcha con suavidad y evita acelerones o maniobras bruscas que puedan causar pérdidas de tracción. Mantén una velocidad constante (evita mejor el control automático de velocidad) y sujeta el volante con firmeza para no perder el control del camión si este realiza algún movimiento extraño por un golpe de viento, patinazo…



En caso de lluvia, evita circular muy cerca del vehículo precedente para evitar el efecto ‘spray’ del agua. Presta especial atención a los charcos grandes ya que pueden hacer que los neumáticos pierdan adherencia y se produzca aquaplaning.

En carreteras nevadas emplea las roderas de otros vehículos salvo que la huella esté helada. Utiliza marchas cortas para bajar pendientes y frena con suavidad y siempre que sea posible cuando el camión esté en línea recta (en caso contrario, el remolque puede deslizar y abandonar su trayectoria normal). En frenadas de emergencia, pisa repetidamente el pedal del freno pero con suavidad para evitar bloquear las ruedas y patinar. Finalmente, si transitas por una zona muy abierta presta especial atención a las posibles rachas de viento.

5. Más distancia de seguridad que nunca.

En invierno, la adherencia del asfalto es menor, la visibilidad se reduce y la frenada es más larga. Por ello es importante que incrementes la distancia de seguridad con respecto a los vehículos que circulan por delante y detrás (e incluso lateralmente, si es posible).

A mayor distancia, mayor tiempo para reaccionar ante imprevistos y para detener el camión. A modo de ejemplo, la distancia requerida para detener un camión a -18º C es el doble que la necesaria a 0 º C, por lo que la distancia de seguridad debe incrementarse en 8-10 segundos cuando conduces por superficies heladas y resbaladizas.

6. Una pausa a tiempo es una victoria: menores tiempos de conducción.

La menor visibilidad y las peores condiciones de la vía hacen que la conducción en invierno requiera mayor esfuerzo por parte del conductor. Vigila la fatiga al volante y tómate un descanso cuando sea necesario (incluso aunque sea antes del periodo establecido legalmente).



Este mismo consejo es aplicable en el caso de que el estado de la carretera o las condiciones meteorológicas así lo recomienden. Ya sabes, una retirada a tiempo es una victoria...

7. Ver y ser visto.

Comprueba el correcto funcionamiento de las luces del vehículo tractor y del remolque. Límpialas antes de salir y a lo largo del viaje. Para hacer tu viaje más placentero y seguro aprovecha al máximo las horas de día. No olvides encender las luces con mayor antelación (en invierno anochece antes) y utilizar los antinieblas cuando sea necesario (recuerda que los traseros solo deben usarse cuando la visibilidad es muy reducida).

En condiciones de visibilidad nula no detengas el vehículo en cualquier lado o en el arcén: es posible que el resto de conductores no te vean y acabes causando un accidente. Conduce con cuidado hasta un lugar de estacionamiento seguro y detén la marcha.



8. Ojo con el hielo ‘oculto’.

El llamado ‘hielo negro’ es uno de los fenómenos más traicioneros en esta época del año. Se trata de una fina película helada que se crea sobre el asfalto y que a simple vista da sensación de ligera humedad. Las zonas sombrías son las más propicias para la formación de estas heladas (puentes, carreteras con poca luz, etc.) que suelen aparecer cuando el termómetro ronda los 4º C. Una pista reveladora de su presencia es que los vehículos que circulan delante no salpican agua pese a que el asfalto parece mojado.

9. Elige bien tu lugar descanso.

El invierno puede dar al traste con tu viaje no solo cuando estás en la carretera. Ten mucho cuidado cuando elijas un sitio para descansar por la noche. Una copiosa nevada nocturna puede hacer que tu camión amanezca bloqueado al día siguiente.

Para evitarlo, elige estaciones de servicio transitadas en las que te asegures que, en caso de nevadas, pasarán pronto las máquinas quitanieves.

10. No trates de ser un héroe.

La carretera puede ser muy artera si le pierdes el respeto, sobre todo en invierno. Por este motivo, nunca infravalores las posibles inclemencias meteorológicas y respeta en todo momento las señalizaciones que encuentres a lo largo de tu viaje. Consulta con las autoridades competentes (DGT, etc.) y, en caso de duda, haz una parada.



Ya sabes, eres un roadstar, no un superhéroe de Marvel...

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