Gracias a Udompattana Samutsakhon, el pescado de Tailandia llega a todo el mundo

El sol de la mañana brilla tan intensamente que el templo con el Buda dorado al otro lado del río Tha Chin es solo una figura borrosa. Vaga también es la silueta del barco pesquero que se desliza sobre sus aguas aproximándose al muelle. Una vez en el atracadero, los tripulantes de la embarcación se ponen en acción: Mientras un miembro de la tripulación amarra la barca, otro apoya sobre su barandilla una estructura de metal que llega hasta el suelo de hormigón a modo de tobogán. Acto seguido se desliza por ella la primera cesta de plástico con pescado fresco del Golfo de Tailandia, desembocadura —pocos kilómetros más al sur— del río Tha Chin.

“Aquí, la pesca es una de las más importantes fuentes de ingresos desde hace generaciones”, dice Thongchai Suwanchai. “Aquí” es la provincia tailandesa de Samut Sakhon. La capital del mismo nombre se encuentra a 45 kilómetros al sudoeste de la metrópoli de Bangkok. En media hora han amarrado en el muelle de la lonja de Samut Sakhon siete barcas de pesca; todas descargan la redada de la noche utilizando el tobogán de metal.

– Thongchai “Top” Suwanchai (izda.) con Amornrat Wuthichat, Udompattana Samutsakhon  

“Muchos de estos suministros se realizan en contenedores refrigerados hasta el puerto de Bangkok”, explica Top durante el breve viaje desde la lonja de pescado hasta la sede de la empresa. Otro destino frecuente es Laem Chabang: el puerto más importante de Tailandia, situado asimismo en el Golfo de Tailandia, a unos 170 kilómetros al sureste. “Desde ambas ciudades salen las mercancías rumbo a Oriente Medio, Europa o Estados Unidos”. En el país vecino de Laos también hay muchos compradores. Los conductores llegan con los camiones a su capital, Vientiane, después de recorrer unos 700 kilómetros de autopista hacia el norte.

La empresa existe desde 1991, y desde entonces Udompattana Samutsakhon está en constante cambio. La segunda parte del nombre: “pattana” —“desarrollo” en tailandés— describe la dinámica de la empresa. Una de las decisiones más recientes fue la adquisición en 2017 de ocho Actros. “Nos decidimos a favor de los vehículos a causa de su fiabilidad, buen rendimiento y bajas cifras de consumo. “Y están demostrando su valía”, dice Top. Los camiones tienen la configuración usual para el mercado tailandés: 3344 con dos ejes propulsados. Los vehículos se utilizan tanto para los recorridos cortos hacia los puertos como para rutas de larga distancia.

El Actros: la mejor tarjeta de visita.

Los camiones no sólo prueban su idoneidad como robustos vehículos de transporte, sino también como auténticos portadores de imagen: “En Tailandia, la marca Mercedes-Benz siempre provoca un efecto sorpresa”, dice el empresario, cuyos conductores además de pescado y otros alimentos congelados transportan también bebidas, cemento y hasta acero. “Los conductores están muy orgullosos de conducir los camiones”. En un mercado dominado por vehículos comerciales de Asia, los ocho Actros son los primeros vehículos de la estrella en la flota de Top. Pero de ningún modo serán los últimos: “Estamos pensando en incorporar más vehículos de la marca en la flota.”

Además del transporte, Udompattana se sostiene sobre otros dos pilares, ambos relacionados con la pesca y un complejo de almacenes construido hace unos años junto a las instalaciones de la empresa. Top abre la puerta de seguridad para guiarnos a través de unos almacenes mantenidos a temperaturas apenas por encima del punto de congelación. Las carretillas elevadoras mueven palets y jaulas de atún hacia los muelles de carga. Los operarios se gritan instrucciones a través de walkie-talkies y firman albaranes. “Aquí ofrecemos servicios integrales de logística”. Entre ellos: manipulación, congelamiento y almacenamiento de mercancías.

– Thongchai „Top“ Suwanchai

El pilar tres se encuentra en un espacio abierto protegido por un techo. Allí, los operarios salan medusas —provenientes de las aguas del sur de Tailandia y del país vecino de Myanmar— destinadas a la exportación a Japón y China. “En nuestras tres áreas de negocios tenemos un total de 400 empleados”, dice Top, quien trabaja en la firma desde hace 15 años y ha acompañado el proceso de crecimiento de la misma. Una vez de regreso en la zona hormigonada de maniobras delante del almacén, el empresario explica que por ahora no hay más planes de expansión: “Preferimos seguir optimizando aún más nuestros servicios”.

Udompattana es una empresa familiar, el primer componente del nombre: “udom” significa “abuelo”. En realidad, fue el tío de Top, hasta hoy miembro de la gerencia, quien fundó la empresa. El grupo gerente se completa con la prima de Top —de profesión odontóloga, una verdadera multitalento, virtud que Top también posee. “En una compañía como la nuestra, es imprescindible saber hacer de todo”. Lo que esto significa queda claro cuando poco después se sube a la motoneta y se despide bajo un sol abrasador para asistir a una reunión con los conductores. No cabe duda de que el tema de la misma será el transporte de pescado.

Fotografías & vídeo: Alexander Tempel