4-Xtremes – Parte 26: Premiere en el «corazón de Italia»

Tanto en el «World Tour» como en el primer gran tour que hicimos con el Axor de expedición, hemos vivido cosas muy locas. Hemos superado obstáculos, y, ante todo, hemos tenido que rendirnos y recorrer miles de kilómetros extra a consecuencia. Pero, hace un par de días nos pasó algo por primera vez, en un pueblo situado en el «corazón de Italia»: aparcamos nuestro camión tan justo, que no podíamos moverlo, ni hacia delante ni hacia atrás. ¡Os contamos el resto más adelante!     

Llegamos a la península italiana desde Sicilia tras un breve paso en ferry por el estrecho de Mesina. La región del sur es salvaje y muy verde. Sorprende por sus fabulosas rutas de senderismo y sus playas, así como por pueblos antiguos como Tropea, que nos enamoró.

Los últimos días de Pompeya 2000 años después.

En Sicilia pudimos experimentar la fuerza que había desarrollado el Etna en el año 2021. Un buen tramo más al norte, cerca de Nápoles, exploramos las huellas de una antigua erupción: en el yacimiento arqueológico de Pompeya. Aquí es donde el Vesubio sepultó la antigua ciudad hace casi 2000 años, aunque sigue prácticamente intacta bajo las cenizas.

Es por ello que en la actualidad se pueden visitar las ruinas de Pompeya. Siempre que el coronavirus no nos tache de la lista, como nos pasó hace algún tiempo en el trayecto hacia Túnez. Por aquel entonces, Italia tenía sus atracciones turísticas cerradas. Pero, ahora que la pandemia parece estar remitiendo, el país se está preparando para el turismo veraniego.

Así pues, ya no hay impedimento para explorar este impresionante lugar. En este segundo intento, incluso tenemos la suerte de estar allí antes del gran ajetreo que seguramente se producirá en las próximas semanas y podemos -como tantas veces en los últimos meses- pasear casi solos por las antiguas calles.

¡Esperar y celebrar!

Tal vez sea lógico que aquí es donde se produzca la «premiere» de la que hablábamos al comienzo. En uno de los pueblos, la carretera de acceso al aparcamiento es tan estrecha, que solo cabe un vehículo. Hasta aquí, nada nuevo. Pero, a la mañana siguiente, entraba un vehículo tras otro. Hasta que, en algún momento, todo hueco aparcable queda ocupado.

Así que no sólo esperamos el presunto tráfico de la mañana, sino que nos quedamos todo el día y la noche siguiente. Pronto averiguamos de dónde venía la avalancha de coches: nos pilló el 2 de junio, la fiesta nacional italiana. Así que, nos unimos un rato a la fiesta.

Ajetreo inusual en Florencia.

Cuando más al norte, más raras se volvían las situaciones en las que las cosas parecen no estar reguladas. Hay menos opciones de acampada, las pistas de tierra están cerradas, los aparcamientos tienen carteles de prohibición. Por ello, avanzamos rápido y llegamos pronto a Florencia, la capital de la Toscana.

A diez minutos del casco histórico encontramos un aparcamiento seguro y condujimos por la noche a la ciudad. Y allí había un auténtico ajetreo, las calles estaban llenas de turistas y vendedores de souvenirs. Pero, no es de extrañar con este maravilloso entorno. Tanto ajetreo parece inusual para inicios del verano de 2021. A pesar de ello, disfrutamos de la puesta de sol, después de una marcha cruzada por el casco antiguo y la plaza de Miguel Ángel.

¿Nos alcanza el diésel tunecino hasta Eslovenia?

En este momento, estamos sentados a la sombra esperando. No porque volviéramos a quedarnos atascados en un aparcamiento. No, estamos especulando que el termómetro caerá por debajo de los 30 grados. Aquí, en el interior, hace mucho calor y solemos pasar las horas centrales del día a la sombra de algún árbol o en el módulo vivienda.

Nuestro plan para los próximos días: ser tan eficientes en el consumo de combustible en carretera que el diésel tunecino con el que nos estamos desplazando nos llegue más al norte, hasta la frontera eslovena. Allí cuesta mucho menos repostar que en Italia. ¿Qué será lo siguiente? Revisamos regularmente nuestro cuaderno para averiguarlo.

Fotos: 4-Xtremes