Austria: Gerhard Gerner conduce un camión con MirrorCam

Reportaje

Mayor campo de visión.

Gerhard Gerner ha visto de todo en su trabajo. Sin embargo, con la MirrorCam de su nuevo Actros 2551, ahora puede ver incluso más y mejor hacia atrás.


Cuando Gerhard Gerner mira hacia donde deberían estar los retrovisores de su camión, lo único que ve es que… ¡no hay espejos! En su lugar, todo lo que pasa detrás de la cabina se le muestra en dos pantallas de formato vertical que hay en los pilares A de su camión. «Tardé un poco, pero al final me he acostumbrado», afirma el conductor de Haberl Logistik, de la localidad austríaca de Berndorf bei Salzburg, comentando el equipamiento de alta tecnología de su nuevo Mercedes‑Benz Actros 2551.

No es de extrañar, puesto que las ventajas saltan a la vista: un campo de visión mayor, ausencia de ángulo muerto y una imagen que va girando con el camión en las curvas, de forma que Gerhard siempre mantiene bajo control el extremo trasero de su camión de tres ejes con carrocería de furgón.



La carga: productos de limpieza.

Gerhard acaba de cambiar su Actros por una ágil carretilla elevadora eléctrica. En el almacén de la empresa Kersia, de Neumarkt am Wallersee, el conductor de 60 años va llenando palé a palé la superficie de carga de su camión con bidones de productos de limpieza. «Material peligroso», comenta Gerhard guiñando un ojo. A pesar de ello, se toma muy en serio la normativa de mercancías peligrosas que se aplica a este tipo de cargas: paneles de advertencia en el frontal y la parte trasera del camión. A continuación, asegura la carga a conciencia. En este sentido, hay que ser inflexible aunque solo haya que recorrer unos kilómetros hasta descargar en las instalaciones del cliente.

Más de 40 años al pie del cañón.

Carnicero de profesión, empezó a trabajar como conductor hace 40 años. «No podía ejercer mi profesión por motivos de salud». Por tanto, se subió al camión rumbo a países Fleischer. «He estado prácticamente en toda Europa y Oriente Próximo, hasta en Rusia y Escandinavia», afirma y cuenta una anécdota de su primer viaje al extranjero, concretamente a Alemania. «De aquella, en Alemania había que tener 21 años para poder conducir un camión, así que tuve que aparcar mi vehículo justo en la frontera y esperar a que llegara un colega para continuar juntos el viaje. Lo curioso es que en aquel momento solo me quedaban tres días para cumplir los 21».


Rutas y aventuras.

Para Gerhard, las rutas siempre han sido más una aventura que un trabajo. «La paga era muy buena, la mayoría de los clientes te ofrecían un café o un pequeño refrigerio y en la ruta siempre me juntaba con los mismos conductores de otras empresas con los que me llevaba muy bien».

Nunca se ha arrepentido de haber elegido esta profesión. «En cuanto me senté por primera vez al volante, lo tuve claro: esto es lo mío. Y creo que eso ya no va a cambiar en el año y medio que me queda hasta jubilarme».

Gerhard ha aprendido a apreciar no solo la MirrorCam del Actros: «Destaca por su comodidad, es genial de conducir y la motorización es inmejorable. Cuando empecé en su día a conducir, era inimaginable que los camiones pudieran llegar nunca tan lejos desde el punto de vista técnico», afirma Gerhard. Entonces reflexiona un momento. «En cualquier caso, la responsabilidad recae sobre el conductor, así que tienes que estar siempre alerta». En eso, Gerhard es todo un pragmático.

 



«En cuanto me senté por primera vez al volante, lo tuve claro: esto es lo mío.»

– Gerhard Gerner



Fotos: Sebastian Freiler

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