Logística de transporte alimentario: Schmidt Zeevis confía en los camiones de la estrella

Economía y logística

Pescado realmente fresco.

Con el traslado y la distinción real, la empresa Schmidt Zeevis ha logrado captar muchos clientes nuevos. Esto, a su vez, se ha traducido en un aumento de estrellas en el parque móvil.

La reputación de la estrella. Schmidt Zeevis cuenta con un Actros y 18 Sprinter que extienden su renombre a la flota de reparto.


Entre semana, al mediodía, el establecimiento está lleno de gente que sabe lo que es bueno. Y los sábados por la tarde, todavía más. Ya la anterior pescadería de Koninklijke Schmidt Zeevis, situada en los márgenes del centro de Rotterdam, era una de las más bonitas de Europa. Pero el nuevo establecimiento junto a la A20 es toda una joya. Verdaderamente se merece el título real.

La empresa fue fundada en 1916 por la abuela Schmidt, y durante 99 años tuvo su sede en pleno corazón de la ciudad. Con el tiempo, no obstante, las dependencias quedaron pequeñas, sobre todo cuando se abrió la tienda virtual, en 2011. «Nuestro antiguo edificio del año 1962 fue revolucionario en su día, por ejemplo, con los cimientos dotados de calefacción para evitar deterioros en las cámaras frigoríficas», explica el gerente, Marcel van Breda. «La construcción se había realizado teniendo en cuenta los requisitos de Schmidt Zeevis. Pero las dos únicas rampas de carga que había estaban muy concurridas en los últimos tiempos, y cada vez había que improvisar más. El emplazamiento anterior resultaba adecuado para la pescadería, pero con los años nos habíamos ido convirtiendo en una planta procesadora, y esto suponía un intenso transporte interno. Además se fueron complicando otras cuestiones prácticas, como el aparcamiento para nuestros empleados. Por eso, en 2009 surgieron los primeros planes para un nuevo local.»



La empresa emplea actualmente a 150 personas, repartidas en seis divisiones. Distribuye unas 140 especies de pescado a restaurantes, hoteles, empresas de catering, tiendas, mayoristas, cruceros, yates de lujo y aeropuertos. En la tienda online se puso el listón muy alto ya desde un principio, con un servicio de entrega a domicilio al día siguiente para pedidos cursados antes de las 12 h. Otra particularidad de Schmidt Zeevis es que es uno de los principales mayoristas de pescado de los Países Bajos que todavía recurre al trabajo manual. Todavía se filetea el pescado a mano, a pesar de que es mucho más económico hacerlo a máquina. El proceso automatizado requiere mucha agua, y con ello el pescado pierde su sabor característico y el aroma a mar. El esmero y amor al producto han sido siempre el común denominador de este especialista en pescado. Por este motivo, los clientes habituales se mantuvieron fieles a Schmidt Zeevis, y pronto se les sumaron nuevos compradores. Y esto a pesar del importante paso que fue trasladarse al polígono industrial de Spaanse Polder. «Habíamos encargado un estudio sobre las posibles repercusiones sobre nuestra clientela de tienda», dice van Breda. «La conclusión fue que el traslado nos iba a suponer un descenso del 25%. Pero en realidad fue todo lo contrario: salimos ganando un montón de clientes.»



La mudanza tiene su historia: dos generaciones de la familia Schmidt habían expandido la empresa hasta convertirla en un próspero negocio de gran renombre. Cuando Marcel van Breda tomó las riendas en el año 2000, la empresa seguía siendo propiedad del Kennemervisgroep. En 2012 van Breda y su director financiero, Jos van Vuren, formalizaron la adquisición empresarial sin la participación de grandes inversoras externas. Cuando, más bien por sorpresa, ABN Amro asumió los negocios del Deutsche Bank, que estaba en espera, cobraron fuerza los planes para construir un nuevo local. El 8 de diciembre de 2015 la Reina Máxima inauguró el nuevo edificio, con un diseño elocuente en forma de barco: delante, una magnífica tienda; detrás, un gran almacén con mucho espacio y una buena infraestructura para almacenar y procesar los productos.

«Pasar de dos a doce rampas de carga es una mejora sustancial», prosigue van Breda. «Tomemos como ejemplo la última semana del año. Además de nuestros pedidos habituales, recibimos más de 2.500 encargos de particulares. Esa semana tenemos en circulación nada menos que 91 furgonetas, entre ellas 18 Sprinter propias, abasteciendo a todas las regiones de los Países Bajos.»


Tradición artesanal. En otros lugares el pescado se filetea a máquina, pero el uso abundante de agua hace que el pescado pierda sabor. En Schmidt Zeevis esto no es así.


El 2 de septiembre de 2016 se añadió una corona al logotipo, acentuando la presencia visual del centro de majestuosas dimensiones. El Rey Guillermo otorgó personalmente su permiso para añadir el título «Koninklijk» («real») al nombre Schmidt Zeevis. Según Van Vuren, «Esto fue todo un reconocimiento de nuestra calidad, pero de fronteras adentro no tuvo mayores repercusiones. En cambio, para nuestros clientes internacionales supuso una importante plusvalía emocional. Y no son pocos los clientes transfronterizos. A menudo ganamos difusión internacional gracias a chefs de fama mundial que solo cocinan con los mejores productos, y que por eso nos compran a nosotros desde hace muchos años. Realmente abastecemos al segmento superior del mercado, y por eso es una alegría recibir el reconocimiento que merece nuestro gran esfuerzo.»

El compromiso absoluto con la calidad se refleja también en el parque móvil, compuesto íntegramente por vehículos Mercedes-Benz. En 1984 van Breda adquirió su primer Mercedes-Benz 508 D, sentando los cimientos de su estrecho vínculo con el concesionario ROGAM. El Van ProCenter de Bergschenhoek conoce los deseos de Koninklijke Schmidt Zeevis. Si alguna vez se estropea algún vehículo enseguida le envía otro para sustituirlo, para que el conductor pueda trasbordar la carga y proseguir la marcha.

Van Breda: «Sobra decir que, tratándose de productos frescos, no podemos esperar a ver si el mecánico puede reparar el vehículo in situ o no. También es verdad que rara vez queda inmovilizado ningún vehículo de nuestra joven flota. Sustituimos las Sprinter tras 3 años y 300.000 kilómetros, como media, a pesar de que en realidad podrían seguir circulando sin problemas. Que yo sepa no hay ninguna otra marca que proceda así.»



Las Sprinter con cambio automático 7G-TRONIC se alquilan en leasing a través de Mercedes-Benz CharterWay. Sus carrocerías de caja cerrada, de diseño muy estudiado, están equipadas con compartimento frigorífico y congelador, que pueden abrirse por separado. Además de las furgonetas, Koninklijke Schmidt Zeevis cuenta con un Actros y dos Atego para el transporte de palés a los mayoristas. Está previsto ampliar y utilizar aún más intensamente el parque móvil. «Al final acabaremos suministrando los siete días de la semana», dice van Breda. «Las empresas gastronómicas, sobre todo las que están ubicadas en sitios caros, no pueden permitirse disponer una cámara frigorífica de grandes dimensiones. Por ello cada vez es más importante suministrar productos frescos a diario. Esto significa que la agenda de nuestro gestor logístico Kees Groenenboom estará cada vez más abultada. Pero nuestro edificio está pensado para esto, estamos bien preparados. El parque móvil Mercedes-Benz nunca nos ha limitado en ningún sentido.»

Fotos: MCR

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