Joaquín Andrés Elena trabaja para Cementos El Molino

Reportaje

Enérgico como el cierzo.

Joaquín Andrés Elena encarna la dureza y resistencia turolense —también por la mercancía que transporta: cemento.

Joaquín lleva a cabo el trasvase de cemento con movimientos muy precisos.


Ocho y media de la mañana. En la árida llanura de Santa Eulalia, el implacable soplo del cierzo hace su presencia. Nada que intimide a Joaquín Andrés Elena que, a bordo de un Actros 1845, avanza entre montañas de caliza, escoria y clínker.

Joaquín Andrés se mueve por el complejo industrial cementero de El Molino como por su propia casa. Trabaja desde hace cuatro años para esta firma turolense especializada en la fabricación y el transporte de cemento. “Lo que más me gusta del transporte de obra es el trato con la gente”, dice.

Con movimientos enérgicos, Joaquín Andrés procede a la carga. Comprueba que el trasvase de cemento del silo a la cuba se produce en tiempo y forma impecables. “No todos los cementos son iguales”, explica. Y añade que de la calidad de este material depende la solidez y durabilidad de edificios e infraestructuras. Cementos El Molino produce siete tipos distintos de cemento que Joaquín Andrés distribuye tanto a granel como ensacados.


Entre las montañas de caliza, escoria, clínker y los gigantescos silos de las instalaciones de Cementos El Molino, Joaquín y su Actros se mueven como por su propia casa.
Entre las montañas de caliza, escoria, clínker y los gigantescos silos de las instalaciones de Cementos El Molino, Joaquín y su Actros se mueven como por su propia casa.

Los encargados de plantas de hormigón, almacenes de material de construcción y grandes superficies especializadas en la venta de materiales de obra a los que provee de mercancía, saben que será puntual en su entrega. “Llegar a la hora acordada forma parte de mi trabajo”, asegura.

Hoy se dirige a Zaragoza, pero a menudo sus destinos son Castellón y Madrid. Una vez entregada su carga, Joaquín Andrés, suele regresar de vacío. De ahí la importancia de un bajo consumo. “Este camión es increíble, consume una media de 29 litros cada cien kilómetros. Estoy francamente satisfecho con él”, dice. Y añade que el sistema telemático FleetBoard incrementa aún más su rentabilidad: “antes no prestaba atención a mi estilo de conducción pero desde que utilizo FleetBoard no sólo conduzco mejor, sino de forma más rentable y más ecológica”, dice orgulloso.



Nacido y residente en Santa Eulalia, Joaquín Andrés se siente cómodo trabajando para una empresa respetuosa con el medio ambiente. Y es que Cementos El Molino apuesta por la denominada nueva minería, técnica que evita el uso de explosivos y voladuras. En lugar de técnicas agresivas con el entorno, Cementos El Molino utiliza maquinaria minadora que arranca de la superficie del terreno materiales como caliza, arcilla, hierro, carbón o yeso. “Es difícil de explicar, pero ver trabajar a la minadora en medio de este paisaje árido me relaja”, dice.

Santa Eulalia cuenta con poco más de 1 000 habitantes: “Nos conocemos todos”, dice. En su tiempo libre, a Joaquín Andrés le gusta coger la moto y descubrir nuevas rutas con sus amigos. “Los santaeulalianos somos gente dura”, dice, “la tierra es árida, inhóspita, pero yo le encuentro su encanto”. Y añade, “estamos acostumbrados a la dureza del cierzo. Somos pura energía. Su soplo, de algún modo, ha moldeado nuestro carácter”.

Fotografías: Begoña Tremps

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