4-Xtremes, parte 44: De isla en isla del Atlántico con los Kammermann

Lo aceptemos o no: Actualmente no hay forma de que podamos llegar a África. Pero al menos hemos estado lo más cerca del continente que se puede estar desde Europa. Tan solo 14 kilómetros separan la Isla de Las Palomas de la costa marroquí en línea recta. Otras islas mucho más importantes, a las que nos dirigimos posteriormente, también se encuentran frente a África.

La etapa comienza en Tarifa, a la que llegamos desde Gibraltar. La Isla de Las Palomas está situada frente a la costa de la zona de surf. Está conectada a Tarifa por una presa y se considera el punto más meridional de la Europa continental. Esto hace que la isla, por lo demás poco espectacular, merezca una visita. De modo que hicimos fotos rápidamente y luego arranqué de nuevo el Axor.

Flamenco en Sevilla, el camionero conocedor en el mar.

El siguiente destino está a unos 200 kilómetros al noroeste: Sevilla. Su casco antiguo está considerado el más grande de toda España y no tiene comparación en Europa. Nos subimos a las bicicletas para hacer un largo recorrido, nos maravillamos con los restaurantes que están llenos, incluso entre semana, y vemos a los bailaores de flamenco en la Plaza de España. Podríamos quedarnos aquí más tiempo, pero ya hemos reservado los billetes de ferry.

Por carreteras empinadas hacia el volcán.

Tras cruzar varias latitudes a lo largo de la travesía, llegamos a Tenerife cerca de la medianoche. Si se dirige directamente al continente africano desde la isla atlántica, acabará en el sur de Marruecos. Por supuesto, nos quedamos en Tenerife, donde el clima es tan suave que podemos dormir con las ventanas abiertas por primera vez en mucho tiempo.

Después de un día de playa, arrancamos el Axor para hacer un gran recorrido: desde el nivel del mar hasta más de 2.500 metros donde está el volcán del Teide. Por carreteras empinadas nos abrimos paso a través de los bosques, atravesamos la nubosidad y finalmente llegamos al paisaje del cráter del Parque Nacional del Teide. La cumbre del volcán supera los 3.700 metros, lo cual la convierte en la montaña más alta de España. Se puede explorar el accidentado paisaje en rutas de senderismo. Nos quedamos varios días en las laderas del Teide, pasamos una noche helada en el cráter y disfrutamos de impresionantes puestas de sol sobre el mar de nubes.

El placer de conducir en La Palma.

También nos despedimos pronto de Tenerife, al menos por ahora, porque encontramos una buena conexión de ferry con La Palma. De las siete grandes Islas Canarias, La Palma es la que se encuentra más al noroeste. Aquí también hay un volcán, que fue noticia a finales de 2021: Durante varias semanas arrojó lava y ceniza y provocó mucho sufrimiento y destrucción en la isla. Ni que decir tiene que evitamos las zonas afectadas.

Tras dos horas y media de viaje, bajamos del ferry. Nuestra primera impresión: La Palma merece su apodo de «Isla Verde» y tiene un aspecto salvaje. Nos impresionan las playas negras, los acantilados accidentados y los bosques frondosos. Es divertido conducir por las carreteras sinuosas. Además, nuestro Axor dispone de una palanca de cambios manual. Es decir, que Mike tiene bastante trabajo. Algo que también sucede en los largos descensos con pendientes de hasta el 16 por ciento. Se debe prestar especial atención a que los frenos no se calienten demasiado.

Sal del Atlántico y casas en las rocas.

En todas las Islas Canarias, el Atlántico hace que el tiempo sea muy inestable. En La Palma llegamos a una playa por la tarde con sol y 20 grados, antes de acostarnos pasan nubes de lluvia y sopla viento fuerte durante la noche. A la mañana siguiente graniza, y poco después brilla el sol. El granizo a nivel del mar significa que ha caído nieve en el volcán, que además tiene más de 2.400 metros de altura. Cuando esto sucede, la policía cierra las carreteras en la cota de nieve. Incluso nosotros, con nuestros neumáticos de invierno y cadenas para la nieve, tenemos que dar la vuelta.

Fotos: 4-Xtremes