4-Xtremes – Parte 67: ¡Por fin de nuevo en la carretera!

Serie: 4-Xtremes – The World Tour

De vuelta en nuestra casa con ruedas.

¡Vamos allá! En el puerto de Montevideo, Andrea y Mike reciben su Axor. Aquí podréis saber si el camión ha conseguido cruzar el Atlántico sin sufrir daños y hacia dónde nos lleva la primera etapa de nuestra gira por Sudamérica.

Después de muchas semanas, por fin volvemos a la carretera, y hasta Mercedes hay «solo» 144 kilómetros.


El Obelisco de Buenos Aires es un monumento impresionante. Como un enorme lápiz, se eleva unos 70 metros y marca el centro neurálgico de la capital de Argentina. ¿Argentina? ¡Sí! Desde nuestra llegada a Sudamérica ya hemos recorrido un buen trecho. Y además de eso, nuestro Axor, con los logotipos de «4-Xtremes» y RoadStars en el módulo habitable, ha sobrevivido al viaje marítimo desde Hamburgo, atravesando el Atlántico, hasta Montevideo. 

Podéis creernos cuando os decimos que cuando llegó el momento y teníamos que recibir el camión en el puerto de la capital de Uruguay, estábamos realmente nerviosos. El barco con el Axor llegó un viernes. Pero, como en la aduana no se trabaja los fines de semana, tuvimos que ser pacientes. El sábado fuimos incluso al puerto, con la esperanza de que quizás podríamos echar un vistazo a nuestro hogar a través de una valla.


Revisión del vehículo fuera de Montevideo y encanto colonial en Colonia del Sacramento.
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Revisión del vehículo fuera de Montevideo y encanto colonial en Colonia del Sacramento.
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Papeleo y más papeleo en la administración portuaria.

El lunes a las 09:30 en punto estábamos en la primera oficina. Recibimos la documentación del embarque y yo, Andrea, obtengo un permiso para entrar en el puerto con Mike, el propietario del vehículo. A continuación pasamos por interminables oficinas y recibimos más documentos que se deben sellar y firmar. Todo va como la seda, y los funcionarios de aduanas son amables. Solo se necesita paciencia.

Alrededor del mediodía nos dejan entrar en el recinto del puerto... y el agente encargado se acaba de ir: es la pausa del mediodía. Nos toca esperar dos horas. La zona tiene un aspecto bastante deteriorado. Decidimos no ponernos nerviosos por eso, pues el personal de aquí también nos da una impresión correcta y competente. Entonces, todo va muy rápido: con el siguiente papel en la mano, nos permiten acceder al almacén de vehículos. Por fin tenemos permiso para llegar a nuestro camión.


Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.
Atravesamos el río hacia Argentina y después nos adentramos en la locura de los puentes y las calles de Buenos Aires.

Alta tensión en el almacén de vehículos.

Con la frente sudorosa, abrimos las puertas. ¡Ha llegado el momento! Enseguida queda claro que todo está bien. Por desgracia, no todos los propietarios de vehículos tuvieron la misma suerte. En «nuestro» buque había otros 20 vehículos, cuatro de los cuales estaban dañados o habían sufrido robos. El papeleo continúa y, cuando por fin salimos del recinto del puerto, son las 17:00 horas.

Recogemos las maletas de la vivienda que habíamos alquilado por un breve periodo de tiempo y salimos de la ciudad. En una gasolinera llenamos los depósitos de agua limpia y aparcamos junto a otros camiones. Preparamos el módulo habitable para dormir y damos por terminada la jornada.

A la mañana siguiente se produce un momento de zozobra: la potencia solar es demasiado baja. ¿Hay algo estropeado? Mike trepa al tejado y confirma que se trata de una falsa alarma: es solo que los paneles solares se han ensuciado en el barco. Así pues, hay que lavar el camión antes de continuar hasta un lugar tranquilo donde esparcimos el contenido de nuestras maletas y guardamos todo en el vehículo. Ahora estamos de verdad listos para empezar.


A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.
A pesar de los problemas económicos de Argentina, Buenos Aires está llena de colorido en muchos lugares. Y en sus calles se baila el tango de verdad.

Grandes distancias en regiones poco pobladas.

El primer viaje nos lleva a lo largo del Río de la Plata, unos 180 kilómetros hasta Colonia del Sacramento. Esta pequeña ciudad, fundada en 1680 por portugueses, se considera la más antigua de Uruguay. Con callejones adoquinados llenos de baches y edificios coloniales, nos sentimos retrotraídos a aquella época. Y con buen tiempo, si miramos por encima del río, de muchos kilómetros de ancho aquí en la desembocadura, se puede ver Buenos Aires: nuestro próximo destino.

En Europa, como es sabido, hay muchas cosas cerca unas de otras. Por eso, aquí tenemos que acostumbrarnos primero a los trayectos más largos. En países con tan poca densidad de población como Uruguay o Argentina, da gusto recorrer unos cuantos cientos de kilómetros hasta llegar a la siguiente localidad grande. Desde Colonia del Sacramento río arriba hasta el puente Libertador General San Martín, el puente fronterizo con Argentina, hay unos 200 kilómetros. A través de tierras de cultivo que parecen infinitas.


Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
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Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.
Calles desiertas: En las primeras horas de la mañana se puede explorar especialmente bien una metrópoli extremadamente bulliciosa durante el día como Buenos Aires.

Mucha animación en las calles de Buenos Aires.

Las formalidades en la entrada a Argentina son cortas y sencillas. Después de tan solo 30 minutos ya estamos circulando por el puente, de hasta 45 metros de altura y casi 3,5 kilómetros de longitud. Al día siguiente llegamos a Buenos Aires. Las calles de esta metrópoli de 15 millones de habitantes son un auténtico hervidero. En primer lugar, la navegación resulta difícil. Finalmente encontramos un lugar de estacionamiento en un bulevar del elegante barrio de Puerto Madero. Aquí podemos dejar solo el Axor con la conciencia tranquila durante unas horas.

Además, desde aquí podemos dar un paseo. Visitamos el barrio de San Telmo, donde se puede comprar de todo, desde verduras hasta antigüedades. Entre medias hay pequeños restaurantes. En la plaza frente al mercado se baila el tango de verdad y nos quedamos embelesados mirando. Disfrutamos de una noche cálida y nos dejamos llevar por el ambiente.


Cerca de allí encontramos un aparcamiento para pasar la noche y a la mañana siguiente podemos ir a pie a primera hora. Tanto en el moderno y peatonal Puente de la Mujer como frente al histórico palacio presidencial de Argentina, la Casa Rosada, la metrópoli, tan bulliciosa durante el día, está aún desierta. Hacemos una pausa junto al obelisco y esperamos con ilusión el siguiente destino. Que está, literalmente, en el fin del mundo.


4-Xtremes – The World Tour.

Un viaje sin igual.

Andrea y Mike Kammermann llevan tres años viajando con su Axor. «4-Xtremes: The World Tour» es el lema del viaje que los dos suizos emprendieron a mediados de 2020 - ¡y que compartirán con la comunidad de RoadStars! Manteneos al día y no os perdáis ninguno de los impresionantes destinos a los que se dirige la pareja de aventureros.

Podéis encontrar las etapas actuales de la serie «4-Xtremes – The World Tour» aquí.

Podéis encontrar el curso del viaje antes de emprender la travesía hacia Sudamérica aquí.


Fotos: 4-Xtremes

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