Camión potente, magnífico mensaje: el Actros 1851 de Marcel Witsch

Reportaje

La edición Ruhrpott («Cuenca del Ruhr»).

Marcel Witsch es un joven de la Cuenca del Ruhr, y el diseño de su volquete es todo un símbolo de vinculación a la región.


Essen, 7:30 h, martes por la mañana. La Cuenca del Ruhr ya lleva horas funcionando. La carretera del puerto al norte de la ciudad es muy conocida en la región. Allí juegan sus partidos como locales los futbolistas del Rot-Weiss-Essen (RWE). En su día, hasta el campeón mundial Helmut Rahn jugó en el conocido como «Stadion an der Hafenstraße» o «Estadio junto a la carretera del puerto». Ya ha llovido mucho desde que se acabó la época dorada de este tradicional club alemán. Sin embargo, la gente sigue llevando con orgullo la pegatina del RWE en el coche. Sí o sí.

Si se sigue la carretera en dirección norte, donde el canal Rhein-Herne cruza por debajo de la A-42, se ve a todo el mundo currando a base de bien.



Marcel Witsch trepa hasta la cabina y cierra rápido la puerta tras de sí. El viento podría soplar al interior de la cabina el polvo de la arena y la gravilla que hay en las cajas a diez metros. «Hay que evitarlo como sea», sentencia Marcel, que recibió el Actros 1851 hace solo dos meses. El tacómetro marca 16.700 kilómetros. Marcel lleva seis años trabajando como conductor. Él mismo se encargó de su cualificación. «Recuerdo que fui a la autoescuela y pregunté cuánto se tardaba en sacar el carné de conducir. Quería ser conductor a toda costa». Hace cuatro años empezó a trabajar en A. Sauerbaum Baustoffe und Transporte GmbH. Con sus 52 camiones, la empresa cuenta con una importante representación en la Cuenca del Ruhr.


Los camiones hacen desplazamientos entre obras de la región y canteras, graveras y plantas de hormigón. Además, los vehículos también hacen rutas de larga distancia. «Me gusta la combinación que tenemos aquí», afirma el conductor de 32 años echando un vistazo a la documentación de la carga. Una o dos veces a la semana duerme en el camión. El resto de los días pasa la noche en casa. Precisamente estas últimas semanas se ha dado cuenta una vez más de lo mucho que le gusta su trabajo también en el tráfico de larga distancia. Por ejemplo, le tocó hacer un transporte a España. Los camiones del parque móvil de Sauerbaum recorren al año una media de 130.000 kilómetros.

La primera ruta de hoy es en dirección a la frontera neerlandesa hasta Kamp-Lintfort, donde Marcel – al que sus compañeros llaman simplemente «Kumpel» («compi») – tiene que cargar 28 toneladas de arena del Rin. A continuación la transportará a la Cuenca del Ruhr oriental hasta una planta de hormigón. Desde allí toca volver al Sauerland para recoger de una cantera piedra caliza que luego hay que entregar en una obra en Essen. En una jornada laboral hace dos veces la ronda.


Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.
Marcel, al que todos llaman simplemente «Kumpel» («compi»), ha elegido una decoración discreta para su lugar de trabajo, la cabina L BigSpace.

El Actros 1851 de Marcel es un camión que destaca incluso en la flota bien dotada de Sauerbaum. El vehículo es inmejorable no solo por su potente motorización, sino también por todo el resto del equipamiento. Marcel y el jefe del parque móvil y fan de los camiones Timo Sauerbaum se ocuparon ellos mismos de diseñarlo. El resultado salta a la vista: el Actros circula bajo el título «Ruhrpott-Edition». Los símbolos correspondientes adornan el camión íntegramente pintado en verde opalino y equipado con estribo de lámparas y otros extras muy atractivos. En el semirremolque de volquete están representadas algunas de las construcciones más emblemáticas de Essen, como el complejo industrial minero de Zollverein y el Grugahalle.

Identificación con su ciudad natal.

«El camión expresa nuestra identificación con la ciudad de Essen», explica Timo Sauerbaum, que fue el encargado de recoger el camión en la fábrica de Mercedes‑Benz en Wörth. «Es un camión muy especial dentro de nuestra flota».

Cada año se incorporan a la empresa cinco o seis camiones nuevos. La mayoría son modelos distintos: Actros o Arocs, con o sin tracción en todas las ruedas, con retrovisores exteriores o MirrorCam… «Sin embargo, desde hace dos años ya no compramos camiones sin asistente de giro», añade Sauerbaum. «El sistema no solo ayuda a nuestros conductores en el tráfico urbano, sino también al cambiar de carril en la autopista».


Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.
Comienza la ruta: Marcel llega a su primer destino de hoy. Cruza el Rin por la autopista para recoger arena.

Aún más agradable.

Marcel circula ahora por la autopista de camino al Sauerland. ¿Qué opina de su nuevo Actros 1851? «Ya me tocó conducir el modelo anterior, el 1846», explica Marcel. En la cabina del conductor está el Multimedia Cockpit, que le gusta especialmente. «Es moderna y muy intuitiva», dice y señala la pantalla principal, para la que ha elegido el diseño «Advanced».

Marcel ya ha salido de la autopista y conduce por la carretera nacional rumbo al Sauerland. Un puente, una zona residencial y de repente se elevan delante del parabrisas montañas de piedra caliza y una enorme área de explotación minera. «Con toda la caliza que hay aquí, se diría que alcanza para las carreteras de media Renania del Norte-Westfalia», comenta Marcel. La subida hasta la cantera no es ningún problema para el vehículo tractor. Igualmente, el cambio de la carretera asfaltada al terreno más exigente es más bien un disfrute para Marcel, al que en su tiempo libre también le gusta conducir su todoterreno. La pala cargadora vuelca tres paladas de caliza en la caja. Marcel mira el reloj. Hora de regresar. De vuelta a Essen.



Fotos: Sebastian Vollmert
Video: PRH

6 comentarios