Cargas pesadas: Pedro Gonçalves transporta palas de aerogeneradores eólicos

Reportage

Un tipo extraordinario.

La carga que transporta Pedro Gonçalves tiene hasta 75 m de largo. A pesar de sus dimensiones, las palas de aerogeneradores eólicos son una mercancía muy delicada. La receta de Pedro: máxima precaución, maniobras con precisión milimétrica y un Actros 3363.


“Es un orgullo participar con mi trabajo en la construcción de un futuro más limpio”.

– Pedro Gonçalves, conductor del Grupo Saavedra


Daimiel, 07:00 h de la mañana. Pedro Gonçalves accede con su Actros 3363 equipado con plataforma extensible de 50 m de largo a las instalaciones de una multinacional de aerogeneradores eólicos. «Cada ruta es una nueva aventura», dice con una amplia sonrisa. Pedro saluda a los operarios encargados de cargar sobre la plataforma la que será su compañera durante las próximas 24 horas: una pala de aerogenerador eólico de 62 m de largo.



Mercancía grande y delicada.

De color blanco y diseño aerodinámico, Pedro explica que, por sus dimensiones, se trata de una mercancía extraordinaria y que no puede sufrir el menor golpe ni rasguño pues eso afectaría al denominado ángulo de ataque —que varía en función de la velocidad del viento—  y a la velocidad de rotación.

Los 62 metros de largo no son algo que intimide a Pedro: transporta palas de hasta 75 m. Hace ya once años que trabaja para el Grupo Saavedra. Antes de iniciar una ruta, conoce al detalle el recorrido: puentes, túneles, rotondas a salvar, etcétera. En todo momento cuenta con la ayuda de Pedro Bernardo, el conductor del coche piloto que le acompaña en todas y cada una de las rutas. «Estamos sincronizados. Conocemos al dedillo los protocolos», dice Pedro.


Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.
Merecido descanso: La pala de aerogenerador eólico será descargada al día siguiente.

Un viaje de más de 300 kilómetros.

Una vez cargada la pala, Pedro deja atrás Daimiel. Son las 8:00 de la mañana, ¿el destino? El Puerto de Motril (Granada), 325 km a recorrer. ¿Velocidad máxima? 60 km por hora. Además del coche piloto, hasta seis parejas de la Guardia Civil de Tráfico se relevan en la escolta al conjunto desde el principio hasta el final de la ruta.

260 km más tarde, circulando por la A-7, llegando a Motril, Pedro lleva el sol a sus espaldas. La autovía desciende suavemente en dirección al mar. A su derecha, un parque eólico genera en silencio energía renovable. «Descender esta carretera a la luz del atardecer tiene un encanto insuperable», asegura.


Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.
Una misión para los Pedros: Pedro Bernardo guía a su colega Pedro Gonçalves en las maniobras y giros.

Suspense en los últimos kilómetros.

A la altura del km 336 de la A-7 el conjunto toma la autovía GR-16 donde salva con precisión dos rotondas. Cuando el vehículo entra en el municipio de Motril, los dos coches de la Guardia Civil de Tráfico son relevados por sendas motos. El último cruce antes de acceder al puerto es complicado: el conjunto debe tomar una curva de apenas 40 grados de radio de giro. Pedro Bernardo desciende del coche piloto para guiar con mayor precisión a su tocayo en la maniobra. «Gira a las doce menos cinco», le indica por la emisora portátil, «recibido», confirma Pedro Gonçalves desde la cabina. En menos de cinco minutos el conjunto ha salvado el último obstáculo que le separa de su destino final: el Puerto de Motril. Con los últimos rayos de luz, el equipo aparca en las instalaciones del puerto. Allí pasarán la noche los vehículos y la mercancía mientras los Pedros proceden a tomarse un merecido descanso.



Pedro y Pedro: un equipo de expertos.

A la mañana siguiente, ambos están de nuevo operativos a las 8:00 en el puerto: el cielo y el mar compiten en intensidad azul mientras una suave brisa salada rodea al equipo. «En el puerto nos conocemos todos», dice Pedro, «el ambiente es muy bueno. Siempre hay algún momento para charlar, contar alguna anécdota del viaje y relajarse».

Es hora de descargar la pala en la zona de almacenaje destinada a ello en las instalaciones portuarias. Una vez más, Bernardo guía a Gonçalves, «conocemos el procedimiento de sobra, pero nunca hay que confiarse», explican.  Gigantescas grúas serán las encargadas de cargar las palas en los buques que las llevarán a su último destino: Brasil, Argentina, Estados Unidos o México, países donde la demanda de aerogeneradores eólicos cada vez es mayor. «El desarrollo de las energías renovables es imparable», afirma Pedro descendiendo del camión, «ya nadie duda de que cuidar el medioambiente no es una opción, es una obligación.»


Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.
Viaje de regreso: Sin carga, el Actros con plataforma extensible recupera sus medidas originales.

Gran responsabilidad, gran camión.

Bajo un sol de justicia, una vez descargada la pala, Pedro procede a replegar la plataforma extensible. Ahora el Actros 3363 tiene una medida «tradicional».

«El viaje de vuelta se me hace raro», dice, «echo de menos mirar por el retrovisor y ver una enorme pala aerodinámica pisándome los talones». Y es que para Pedro es un orgullo participar con su trabajo en la construcción de un futuro más limpio.

En España, la energía eólica aporta directa e indirectamente 2 731 millones de euros al PIB y da empleo a 22 500 personas.

«Sé que tengo una gran responsabilidad en el día a día», dice Pedro, «pero siempre puedo confiar en la destreza de mi compañero de viaje: mi Actros 3363».


Fotos: Begoña Tremps

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