Jordi ha descubierto el placer del deporte
Panorama
Cuando acaba su jornada laboral, Jordi baja de la cabina y se calza unas deportivas. Así logró adelgazar 30 kilos en menos de un año.
Jordi Carrasco se ata los cordones de sus zapatillas y cierra la puerta de la cabina de su Actros.
“Suelo hacer jogging una hora diaria”, dice, “antes apenas me movía, iba del camión al sofá”. Jordi ha logrado incorporar el deporte a su rutina. “Ahora, el día que no salgo a correr me siento raro, como si me faltara algo”, asegura.
Alimentación sana y ejercicio regular.
Residente en Málaga, Jordi conduce un Actros 1846 con cisterna de pulverulentos para la empresa Logística Graneles del Sur. Sus rutas le llevan por toda España. Independientemente de dónde se encuentre, cuando acaba su jornada laboral, Jordi cambia la ropa de trabajo por chándal o pantalón corto, se calza unas deportivas y… ¡A correr!
“Me costaba respirar”, explica Jordi cuando recuerda la época en la que tenía sobrepeso. Hace un par de años que este profesional tomó la decisión de dar un respiro a la báscula a base de una dieta sana —mucha agua, verdura y pescado— y practicar deporte a diario. “La receta es sencilla”, dice, “la dificultad está en mantenerse constante”.
Recorrido a orillas del río.
Una de sus rutas habituales es de Málaga a Sevilla. Cuando acaba su jornada laboral en la capital andaluza conduce el Actros hasta un campo a las orillas del Guadalquivir. “Me gusta correr al aire libre, eso de las cintas estáticas en los gimnasios no va conmigo”, dice.
Antes de empezar, nunca olvida realizar los estiramientos. “Calentar bien previene lesiones”, afirma. Jordi comienza estirando hombros y tríceps, sigue con gemelos y cuádriceps y termina calentando rodillas y tobillos antes de lanzarse a correr por caminos no asfaltados. “No hay nada como el aire fresco”, asegura.
El momento adecuado.
Cuando termina se siente pletórico. Y es que, además de la sensación de bienestar que proporcionan las endorfinas segregadas por el cerebro tras la práctica deportiva se añade el placer personal de saber que, un día más, ha sido constante.
“Adelgazar 30 kilos en un año no ha sido sencillo”, reconoce, “hay que ser estricto en la dieta: Beber mucha agua y comer verdura en abundancia”.
Y añade que para tomar la decisión de bajar de peso y llevarla a cabo hay que encontrar el momento adecuado. Jordi insiste en que no se trata solo de un problema estético sino principalmente de salud: “Antes tenía el colesterol por las nubes y he conseguido reducirlo a un nivel saludable”.
Tesón.
Su mujer y su hija están orgullosas de la constancia con la que mantiene sus nuevos hábitos. “En cuanto a la comida estoy irreconocible”, confiesa, “solo ceno pescado a la plancha”.
Sus compañeros ya se han acostumbrado a su nueva imagen. Al principio solían preguntarle por “la dieta milagro”. “Yo les contestaba que el prodigio está en la constancia”, dice. Al moverse con mayor agilidad, Jordi trabaja mejor y se siente de buen humor. “Te mejora hasta el carácter”, concluye.
Fotos: Begoña Tremps
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