A Josef Schlechta no le gusta prestar su Actros 3346

Encuentros RoadStars

Relajación por el camino.

Josef Schlechta, natural de Alta Baviera, recorre las carreteras con su camión Actros de color rojo y, con el MB-Trac, su propio bosque.

Josef trata a su Actros como si le perteneciese personalmente y, por tanto, no le gusta que otros se pongan al volante.


El Actros es la niña de sus ojos. Josef no está tranquilo si, en alguna ocasión, algún colega suyo conduce su volquete rojo. «Creo que soy una buena persona. Pero, cuando no me encuentro el vehículo como lo había dejado, me molesta». El Actros 3346 rojo tiene ya 270 000 kilómetros en el cuentakilómetros y siempre se ha mostrado «increíblemente robusto». Eso hace equipo.

El bávaro de 35 años conduce para la empresa Harrer GmbH de Waakirchen, se dedica al tráfico de cercanías hasta Múnich y alrededores, pero no suele hacer más de 60 kilómetros. Para él, esto favorece a la familia. Le permite dormir cada noche en su propia cama y contarles cuentos a su hijo y su hija antes de dormir. «Si no tuviese familia, seguramente me dedicaría al tráfico de larga distancia», afirma. «Al 100%».


Así se usa el «tractor de culto» MB-Trac.

Josef es un tipo que puede pasar tiempo solo y sumido en sus pensamientos, pero, por otro lado, también le da importancia a estar cerca de la familia y los amigos. Algunos de ellos comparten la misma pasión por su principal afición: conducir un MB-Trac. Desde hace un par de años, está pegado a su mítico tractor verde amarillento de Mercedes-Benz. «Digamos que lo he restaurado en parte», afirma Josef. «La construcción de este remolcador es tan sencilla que incluso yo mismo puedo repararlo bien».

Es por ello que conducir el vehículo antiguo no es nada complicado: «simplemente te sientas y arrancas». Tampoco se necesitan demasiadas piezas de repuesto: «en estos cinco años, he necesitado una pinza de freno y una bomba de agua y alguna que otra minucia», comenta Josef. El material lo consigue de segunda mano a través de compañeros de trabajo antiguos o, si son piezas originales, de distribuidores especializados, que funcionan bastante bien: «Un proveedor, Henne Nutzfahrzeuge, "imita" en series pequeñas las alfombrillas originales, que ya no existen».



En los años setenta, el MB-Trac estaba totalmente adelantado a su tiempo en cuanto a tecnología se refiere, dice Josef. Prueba de ello, por ejemplo, es el asiento del conductor amortiguado o el eje delantero, también con amortiguación. Además, también está la estética de su vehículo: el logrado contraste del color original verde amarillento con el color rojo de los accesorios. «Es bastante importante, ya que no se trata de un remolcador estándar».



No se trata solo del MB-Trac, sino que, para Josef, toda la vida es de colores y hay mucho que hacer. Por ejemplo, en la parcela de bosque de cuatro hectáreas que él mismo explota. Entre otras cosas, con ayuda del MB-Trac, arrastra la madera que necesita para la calefacción. «Es que tenemos muchos bosques increíbles a nuestro alrededor», indica el mecánico especializado de camiones. «Debemos aprovecharlos y, sobre todo, cuidarlos». Para él, este es el equilibrio ideal para la vida en la carretera. El bávaro afirma con una gran sonrisa en su rostro: «Me encuentro fenomenal rodeado de naturaleza. Es donde me siento tranquilo».

Fotos: Silja Schriever, Josef Schlechta

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