El comekilómetros del mes: Carel Talsma

¿Cómo es que te hiciste camionero?

Todo comenzó en mi época de estudiante. Ganaba algo de dinero extra como conductor de camión con un Mercedes-Benz 913. Después, trabajé durante 20 años en el sector de la publicidad y 5 en el de las finanzas, y no volví a ver un camión desde dentro. Cuando estuve a punto de verme superado por la presión por segunda vez, decidí dar un cambio radical. Mis buenos recuerdos de mi época como conductor hicieron que volviera a subirme al camión. Ahora, llevo trabajando en Gijsen Poedercoating desde 2004.

¿Qué transportas y por dónde sueles viajar?

Nuestra empresa se centra en la pintura en polvo, por lo que casi siempre cargo piezas de metal. Desde pantallas para lámparas hasta aparatos agrícolas, pasando por armazones para maquinaria industrial. En resumen, todos los formatos y pesos.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Sin orden de preferencia: la libertad que tengo y el contacto con los clientes.

¿A qué comodidades tecnológicas no te gustaría renunciar como conductor profesional?

Hay varias que valoro mucho. El calculador de rutas con canal de informaciones de tráfico para camiones, por ejemplo, ha evitado unas cuantas veces que fuera parar a un atasco. Es genial.

¿Qué es lo que te apetece después de un largo día de trabajo?

¡Hacer kitesurf! A veces, me voy al agua directamente después de trabajar, para hacer una hora de surf. Lo practico desde hace 15 años, es un deporte muy adictivo.

Última pregunta: ¿cuál es el camión de tus sueños?

Esta respuesta probablemente sorprenda, pero… una autocaravana. Tendría espacio suficiente para viajar por Europa con mi mujer. Además, también tendría que caber un turismo, para después ir de compras, explorar la zona y, por supuesto, descubrir los mejores lugares para hacer kitesurf.